Un debut inmejorable, exhibiendo empaque y pegada para volver a ganarse el respeto de aquellos que no cuentan con España entre las favoritas. Tumbando a la siempre combativa Croacia a base de acierto en una primera parte para la historia, primera vez que marca tres goles en una Eurocopa a la que el equipo de Luis de la Fuente presentó su candidatura.
Sorprendió España con una puesta en escena repleta de poderÃo. Minimizando a una Croacia que en todos los grandes torneos siempre exhibe orgullo, llevando al extremo a cualquier rival para derrotarla. Engrandece el primer paso repleto de firmeza de un grupo de jugadores a los que no les pesó la responsabilidad del debut y que exhibieron virtudes como bloque. Un equipo por encima de las individualidades.
En un duelo tan repetido que desde el perfecto conocimiento entre ambas selecciones, que cruzaron sus caminos por cuarta Eurocopa consecutiva, sorprendió la desigualdad. Convertida España en ‘bestia negra’ croata, silenciando un OlÃmpico de BerlÃn donde el rival ganaba por goleada en la grada. Encendida mientras su ejército de guerreros ajedrezados salió a dominar e intimidar.
Pero nada hizo temblar nunca a España. Consciente de que para ganar debÃa igualar el nivel de exigencia. Sin conceder, desde que se hizo con el balón cambió el panorama. Una posesión con un mayor grado de verticalidad. La aseguran la voluntad de Nico Williams, que lo intenta siempre por donde aparezca, y el descaro de Lamine Yamal. El futbolista más joven en debutar en la historia de la Eurocopa que, con 16 años, cerró el primer acto con una asistencia que sentenciaba el duelo y jugó en la segunda como si estuviera en el patio de su casa.