Por: Jorge Luis Hernández jorgedeportes@hotmail.com
Ni más ni menos
HABLANDO DE LA ‘INFLACIÓN’ DEL FUTBOL MEXICANO Y UNO QUE OTRO FUTBOLISTA
El paso tempestuoso de la Selección Mexicana de Futbol en la eliminatoria rumbo a Qatar 2022, el pobre nivel futbolístico del Clausura 2021 de la Liga MX y el reciente fracaso –les guste o no es un fracasototote, diría Manuel Lapuente– de los Rayados de Monterrey en el Mundial de Clubes, nos dejan muy en claro que el futbol y el futbolista mexicano, están ¡in-fla-dí-si-mos!
No le voy a salir con la vieja, infundamentada y visceral “canción” de que México ha dejado de ser el “gigante” de Concacaf, sólo por el presente del Tricolor y el torneo mexicano, a todas luces y con datos y no solo opiniones, le puedo decir que por supuesto que los títulos del combinado nacional, los de los clubes mexicanos en Concacaf –15 años consecutivos ganando la Liga de Campeones de la zona–, y el nivel e infraestructura de la Liga de nuestro país a diferencia de las demás del área, siguen colocando a México como el “gigante” de la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Futbol. Cierto, en este momento, el “gigante” no anda de lo mejor, pero eso no quita lo positivo que se ha hecho anteriormente, tan es así que solo México ha acudido a todos los Mundiales de futbol desde Estados Unidos 1994, es el que más títulos tiene de Copa Oro –máximo galardón de Concaaf a nivel de selecciones– y la única Selección del área que ostenta un título dado por la FIFA, con aquella Copa Confederaciones de 1999.
Cierto, sólo los museos viven de la historia, pero mi punto es que eso de que las demás selecciones y Ligas del área nos han superado, son dichos para generar una polémica que ataca la forma pero no el fondo.
Sucede que el futbolista mexicano –no todos afortunadamente–, suele dejar de “correr” cuando alcanza lo que quiere ganar en términos económicos, y eso no es un secreto paro nadie. Nuestra Liga paga muy bien, vende muy bien y compra mucho mejor, es decir, “inflan” jugadores que no valen lo que los equipos piden, futbolistas en plena formación que, con una o dos buenas temporadas que consisten en seis asistencias y 12 goles, son vendidos en cantidades estratosféricas, y por supuesto que esto termina desubicando al jugador ¿ejemplos?
Luis Romo, Jürgen Damm, Rodolfo Pizarro, Dieter Villalpando, Cristián Calderón, Sebastián Córdova y muchos otros cuyos pases fueron vendidos en grandes cantidades de dinero sin haber ganado nada más que buenos partidos, por lo que los equipos que los contrataron después se llevaron la “gran sorpresa” de su gran rendimiento.
Si a eso le agregamos el sistema de competencia que la Liga MX se “inventó” para hacer que 12 de 18 clubes puedan llegar a una instancia final, sin importar que ganen cuatro o cinco juegos de 17, obviamente ha traído mucha “comodidad” en los futbolistas, por lo que suelen “acelerar” su rendimiento cuando el torneo está llegando a su final, por lo que el torneo se convierte en partidos con equipos con pocas ambiciones, que solo se ocupan de “no perder”.
Rayados fue al Mundial de Clubes y la displicencia mostrada en muchos lapsos del partido son muestra de lo que han hecho en los últimos tres torneos, en donde aún siendo una de las nóminas más caras del continente, a sus futbolistas y entrenador pareciera que les da lo mismo ganar o agardar o perder, hoy en la máxima justa de Clubes de la FIFA lo dejaron el claro al ser eliminados a la primera ante el Al-Ahly por la mínima diferencia, muestra inequívoca de que su entrenador y mayoría de jugadores, no pasan por su mejor momento –Javier Aguirre, menos–, por lo que pasó el que lo buscó
¿Qué se necesita?
Que el futbol mexicano y sus futbolistas recuerden que ser el más grande del área se debe demostrar en cada partido de la Selección Mexicana, en cada Club de la Liga MX en el certamen de casa y en los internacionales, que recuerden que el prestigio y los títulos se ganan en la cancha y no en las redes sociales o en las revistas de espectáculos, es decir, que el futbolista vuelva a mostrar la convicción y profesionalismo de antes, cuando México se ganó el título de Gigante.
Se necesita que los directivos dejen de “inflar” a los jugadores, tanto los que venden como los que compran.
Se necesita que los directivos de la Liga MX creen un formato que fomente la competitividad y premie la regularidad y el esfuerzo de un torneo y, que al mismo tiempo regrese el interés al aficionado que está harto de partidos mediocres y grises.
Se necesita que los clubes apuesten más por el debut de futbolistas jóvenes y que una vez que estos reciban la oportunidad, no dejen de correr.
Se necesita que el entrenador del Tricolor observe más a los jugadores que no han perdido el “hambre” de trascender, aquellos que no pongan excusas para no ir a la Selección.
En otras palabras, la “inflación” de la Liga y algunos de sus jugadores y entrenadores, ya empezó a pasar factura, la buena noticia, es que se está muy a tiempo de recomponer el camino.