En la década de los 50 del siglo pasado, este rincón oval era uno de los preferidos por los visitantes del blaneario Agua Azul en Puebla capital.
Las aguas sulfurosas, antes de desembocar al río Atoyac, pasaban por este circuito donde se podía remar.
Del lado derecho, bajo la enorme palmera que alcanza a verse, había una extensión de pasto y árboles donde se desplegaban los días de campo.
En ese tiempo había tres albercas; hoy son 23
Fotografía: Mi México Antiguo