Palabra de mujer
Rocío García Olmedo
La lectura realizada de un editorial el fin de semana permite visualizar las consecuencias que pudieran tener las órdenes Ejecutivas firmadas por el presidente Donald Trump.También la implicación de los tantos otros anuncios que diariamente difunde sobre las fechas en que iniciará más acciones que no sólo tocan a México y a Canadá, sino al mundo entero.Esta editorial menciona “que la Unión Europea se encuentra en una posición de vulnerabilidad, porque se ha construido sobre la base del Derecho y no del poder militar o la coerción económica”.
Trump –dice el editorial– ha vulnerado la predecibilidad y la estabilidad política que sostienen los acuerdos internacionales frente a una nueva realidad: Un nuevo orden mundial impulsado por EU” (El País, 16/02/2025).
Inquietante tanto como cuando en los años ochenta hace presencia en el mundo el neoliberalismo.
En México estamos inmersos en la construcción de un nuevo sistema político encaminado también a un nuevo régimen. Hemos observado el debilitamiento o desaparición de instituciones.
El Poder Judicial está en proceso de transformación –con todas las dudas de los cómo se está llevando a cabo– lo que nos lleva también a pensar que México está en una posición de vulnerabilidad ante lo que ya llaman “guerra comercial” iniciada por el presidente Trump; sino también por las condiciones que le exige respecto de la delincuencia organizada, narcotráfico y migración.
El presidente Trump sostiene sus acciones en que el voto que le dio el triunfo en su elección le otorgó la facultad de desarrollar este tipo de políticas, que evidencian además su desprecio por las estructuras de la democracia y por los derechos humanos.
Una similitud encuentro con México, aquí también se dice diariamente, que el pueblo con su voto autorizó y le dio facultades al gobierno para desarrollar todas y cada una de las acciones que han emprendido desde el sexenio anterior, incluida la modificación de la estructura del Estado y la construcción de un nuevo régimen en nuestro país.
Por ello, rescato una problemática que sin duda se convierte en una vulnerabilidad más ante lo que pueda venir de parte del presidente Trump: la corrupción.
Hace unos días fue publicado el Índice de Percepción de la Corrupción 2024, con muy malos resultados para nuestro país.
La calificación de México es de 26 sobre un total de 100 puntos, ubicándonos en el lugar 143 entre 180 países. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) reporta que México aparece en el último lugar de la lista de corrupción entre 38 países.
La pérdida de puntos ha venido empeorando notablemente desde el 2014. A nivel de la dinámica, en el periodo 2012 y 2024, 101 países mantuvieron su nivel de índice, 32 mejoraron y 47 –incluido México– bajaron su calificación.
Estos datos obligan al gobierno a poner atención. Se hace necesario romper ese círculo vicioso que existe y se ha construido entre inseguridad, violencia, delincuencia común, delincuencia organizada e impunidad.
De manera que estos temas son parte de la negociación que interesa al presidente Trump, pero tienen como una de sus causas la corrupción.
El combate a la corrupción en México ha sido una bandera política desde siempre. La evidencia de la brecha entre la narrativa del gobierno actual respecto a este tema y la realidad cada vez es mayor y los datos lo demuestran.
En el combate a la corrupción el factor más importante es el régimen legal y su aplicación “si una persona comete actos de corrupción y no hay consecuencias legales, ni sociales se crean condiciones para favorecerla”.
Están bien los discursos, pero hay que combatirla, porque la corrupción convierte a México en vulnerable ante las acciones del presidente Trump.