Este refresco sabor durazno se inventó en el puerto de Veracruz en 1965 y ha resistido los embates de todas las marcas. Primero se distribuía en Veracruz, y el contiguo Boca del Río, Alvarado y Cardel; luego llegó a Hidalgo y a Puebla. Para 1992, el cordobés Julián García Carrera, dueño de “Jarochito”, compró la fábrica y la marca.
Imagen: México en fotos