La invitaron a certamen de belleza. ¿Yo?, ¿seguras que yo? Le insistieron. Le echaron la luz más fuerte sobre sus partes “debilidad” y, una vez en fotografía, Linda Torres vio cómo se transformaron en sus más brillantes fortalezas.
Y tomó un segundo aire. Uno fresco, que la puso radiante por dentro, que es lo que cuenta, dice ella, porque cree que nadie debería pensar en sí mismo como “fuera de competencia” frente al espejo.
Inició el camino en Belleza México Internacional y fue creciendo y aprobando cada etapa del concurso, solidificando su confianza, salud del cuerpo y, por supuesto, la silueta y sus rasgos. Cada pasarela, un reto.
De todas salió triunfante con base en el apoyo familiar que en los momentos más críticos no la dejaron caer. Salió triunfadora del evento en México. No hubo tiempo de mecerse en la celebración.
Había que prepararse para el certamen internacional en un lugar de ensueño de Centroamérica, Costa Rica. El reto más importante estaba por venir.
Había que elegir el vestuario adecuado y templar los nervios para enfrentar a compañeras de Perú, Venezuela, Costa Rica, entre muchas más. Y con curvas como las que ella creía que estaban pasadas de moda o caducas. Cansancio. Pero no le cortó la aspiración de trascender.
Llegó el día vital. El objetivo se logró. Algo impensable meses atrás. Una poblana Reina Internacional de los Mares y Turismo Misses Classic 2019.
El certamen le abrió caminos de amistad con otras chicas y oportunidades de trabajo como conductora en la radio y actuar en un largometraje poblano. El mayor orgullo: ser embajadora de los Pueblos Mágicos para México Travel Channel.
Está preparada para enfrentar nuevos retos y refrenda su mejor inspiración: hija, mamá y amigos. Ha aprendido en este tiempo algo que aplica como lección de vida: lo más poderoso que poseen las mujeres es la solidaridad. Las bellas de interior suman su poder con las otras y las hace invencibles.
