Víctor Sánchez Espinosa, arzobispo de Puebla, oró por los periodistas asesinados en México, especialmente por lo últimos cuatro casos ocurridos durante enero pasado.
Durante su homilía dominical, lamentó el alza en los casos de violencia e inseguridad: “Pidamos por nuestros hermanos difuntos, por un periodista más asesinado en estos días, Roberto Toledo. Últimamente han muerto muchos comunicadores, pedimos por su eterno descanso y por su familia”.
Roberto Toledo tenía 55 años, ejercía como comunicador y abogado, quien fue ultimado en el municipio de Zitácuaro, Michoacán.
Durante enero, también fueron acribillados Lourdes Maldonado y Margarito Esquivel (en Baja California), así como José Luis Gamboa (Veracruz).
Desde que inició la actual administración federal (diciembre de 2018) hasta el 26 de enero pasado suman 52 periodistas y 97 defensores de derechos humanos asesinados.
Sánchez Espinosa también hizo mención al incremento de casos de COVID-19: “Estamos viviendo tiempos difíciles, tiempos de enfermedad, de muerte, de violencia, de inseguridad”.
Llamó a reforzar las medidas sanitarias para salir lo antes posible de la cuarta ola de contagios. De hecho, la Catedral de Puebla mantiene la sana distancia, el uso del cubreboca y la aplicación de gel antibacterial.
Por último, pidió por las vocaciones: “Todo bautizado también hemos sido llamados a ser discípulos misioneros y tenemos que dar testimonio del evangelio, esa es nuestra vocación, no podemos poner como excusa que somos limitados o indignos, pues aunque lo somos, no por nuestros méritos, como dice San Pablo, sino por pura gracia suya y su voluntad, el señor nos llama y nos envía”.