Jesús Peña
Debido a la pandemia de COVID-19, que inició en marzo de 2020, a la fecha han cerrado entre 220 mil y 250 mil micro, pequeñas y medianas empresas formales e informales en Puebla, estado en que se necesitaría –además– crear 50 mil empleos este año.
Así lo indicó Anselmo Chávez Capó, catedrático de la Licenciatura en Administración Financiera y Bursátil de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), durante la presentación del análisis Financiación de PYME y emprendimientos.
Si se tiene en cuenta que en la entidad poblana hay 6.5 millones de personas y se habrían perdido 250 mil negocios formales e informales, ello implica que cerró uno por cada 26 habitantes.
Precisó que la mayoría de dichos negocios pertenecen al sector terciario (industria del entretenimiento, restaurantes, hoteles, educación, turismo, comercio, servicios financieros, entre otros), que por su naturaleza son presenciales.
A ello –dijo– hay que agregar que Puebla es una de las entidades con mayor porcentaje de informalidad, que ronda a siete de cada 10 personas económicamente activas.
“La industria de la hospitalidad se vio severamente afectada y la del entretenimiento. Ambas tuvieron la mayor proporción de pérdidas de negocios”, señaló.
Chávez Capó agregó que a nivel nacional el cierre de pequeñas y medianas empresas ronda las 1.6 millones, 40% de las cuales se concentraron en Oaxaca y Chiapas.
Resaltó que las Mipyme generan entre 85% y 90% del Producto Interno Bruto (PIB) y 60% del PIB lo genera el sector terciario.
En ese sentido, ejemplificó que si bien Volkswagen es muy importante para la economía local –que al ser manufacturera es clasificada como sector secundario–, el clúster educativo de Puebla –sector terciario– funge como una balanza, lo cual se ve reflejado ahora que volvieron las clases presenciales, haciendo que la afectación
en producción de la ensambladora de autos alemana sea menor.
Por ello, consideró importante apoyar a las micro, pequeñas y medianas empresas, que son 99% de los negocios del país, para que accedan a recursos económicos e incentivos fiscales, a fin que la economía no se detenga.
Precisó que el crédito con una institución bancaria tiene un interés de 15%, una tasa que se eleva al doble si se solicita a empresas como Yo presto, Yo confío, entre otras.
Chávez Capó indicó que a nivel nacional faltan 2.2 millones de empleos formales para volver a los niveles prepandemia, mientras que Puebla necesitaría generar 50 mil fuentes de trabajo para generar una recuperación real.
En especial, también hizo un llamado a la ciudadanía a mantener las medidas sanitarias para no generar una quinta ola de COVID-19, que ponga en peligro el proceso de recuperación económica.
También habló William Zuluaga Muñoz, director del programa de Maestría en Gestión Financiera y de la Especialización en Administración Financiera de la Facultad de Administración, Finanzas y Ciencias Económicas de la Universidad de Ean, Colombia.
El catedrático, además de abordar la situación económica en su país, destacó que la pandemia de coronavirus evidenció que la informalidad ya no puede ser el “plan b” de las personas, pues limitar la movilidad hace quebrar los negocios y vuelve inviable ofrecer productos y servicios en la calle.
“El miedo del usuario, aunado a los protocolos de salud, no permite la interacción y ello constituye una primera causal de la desaceleración. El sector terciario fue, en este sentido, el gran perdedor”, indicó.