El presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, restó importancia este sábado a un ciberataque masivo contra múltiples agencias de su gobierno y apuntó a China como posible autor, lo que contradice al secretario de Estado, Mike Pompeo, quien solo horas antes había responsabilizado a Rusia.
Trump, que sigue sin reconocer su derrota en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, arremetió en Twitter contra los medios de comunicación por haber informado de que el Kremlin podría estar detrás del ataque cibernético y aseguró que «todo está bajo control».
«El hackeo es mucho mayor en los medios de las noticias falsas que en la actualidad. Me han informado completamente y todo está bajo control. Rusia, Rusia, Rusia es el cántico preferido cuando algo sucede por parte de los fracasados medios de comunicación, que por razones financieras están petrificados por el debate sobre la posibilidad de que fuera China (¡puede que lo sea!)», dijo en Twitter.
Esta es la primera vez que Trump habla públicamente del ciberataque, que se hizo público el pasado domingo y cuyo objetivo supuestamente era robar los secretos de múltiples agencias del gobierno federal, incluidos el Pentágono y laboratorios nucleares.
“CLARAMENTE, FUE RUSIA”
Sus declaraciones contradicen a Pompeo, quien horas antes había acusado a Rusia de haber organizado el ataque.
«Creo que es cierto que ahora podemos decir con bastante claridad que fueron los rusos los que participaron en este suceso», afirmó Pompeo el viernes por la noche en una entrevista en el programa de radio conservador «The Mark Levin Show».
«Fue un esfuerzo muy significativo», aseguró y añadió: «todavía estamos averiguando exactamente lo que fue».
“RIESGO GRAVE”
Este jueves, la Agencia de Ciberseguridad y Seguridad en las Infraestructuras de EE.UU. (CISA, por su sigla en inglés) avisó de que ese ataque informático supone un «riesgo grave» para el Gobierno federal, pues ha comprometido «infraestructuras cruciales» en el país y será difícil de eliminar.
Los responsables del ataque espiaron durante meses a los clientes en todo el mundo de un producto de la empresa tecnológica estadunidense SolarWinds. (La Crónica de Hoy)