Por: Diana López Silva
Al menos 300 sexoservidoras de la zona del Centro Histórico de la Angelópolis demandaron a las autoridades mejores condiciones para la prestación de sus servicios, aseguró Brahim Zamora, Observatorio de Derechos Sexuales y Reproductivos (Odesyr).
Agregó que el tema de la prostitución en esa zona de la ciudad ha sido visto solamente como un problema “estético”, sin atender todo lo que tiene de fondo. Comentó que desde 2015 recibieron una petición de parte de varios grupos de sexoservidoras para revisar sus condiciones laborales y sus derechos, así como tender puentes de diálogo con las autoridades.
Sin embargo, lamentó, los trabajos entre las representantes de quienes se dedican al llamado oficio más viejo del mundo y las autoridades gubernamentales, se vieron interrumpidos por la pandemia de COVID-19.
La prostitución ni siquiera está incluida en el Código Reglamentario Municipal (Coremun), lo que hace difícil regular el trabajo sexual como una actividad comercial o generar condiciones laborales dignas para quienes lo ejercen, expuso Brahim Zamora.
La falta de regulación ha provocado problemas como el funcionamiento de una pequeña “zona roja” en pleno Centro Histórico de la ciudad, así como inseguridad para las propias sexoservidoras, quienes han denunciado en marchas haber sido víctimas de persecución.
SIN REGLAMENTACIÓN
En opinión de Brahim Zamora, uno de los principales problemas para regular la prostitución en Puebla capital es que el Código Reglamentario Municipal no define qué acciones constituyen la prostitución: “esa falta de definición genera que haya un manejo discrecional de la normativa sobre quién se está prostituyendo y en qué circunstancias”.
“Es una diversidad muy grande de grupos, de personas y realidades, y también hay situación de trata, con menores de edad y explotación sexual”, señaló.
Para el representante del observatorio una zona de tolerancia no es recomendable, porque se convierten en espacios sin ley, debido a que la seguridad pública ya no entra a esos territorios, pero sí organizaciones criminales que ponen a las sexoservidoras en alta vulnerabilidad.
Por su parte, Carmen María Palma, regidora presidente de la Comisión de Derechos Humanos e Igualdad de Género en el Cabildo de la Ciudad, descartó que la regulación de la prostitución en el Centro Histórico sea facultad del Ayuntamiento de Puebla.