Sin haber escuchado de un programa que los ayude a su reinserción social, con herramientas insuficientes para reintegrarse y sin la posibilidad de regresar a los hogares que tenían antes de ser recluidos es como las personas privadas de su libertad esperan el momento de su liberación.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad (ENPOL) 2021 del Inegi, 60% de quienes fueron privados de su libertad consideran que sus antecedentes penales les causarán conflicto para encontrar trabajo al salir de la penitenciaria.
De los 8 mil 851 presos que se encuentran en Puebla el 60.8% (5 mil 378) afirmó que el haber estado en un centro penitenciario afectará su posibilidad de encontrar empleo, mientras que 40.6% (3 mil 594) considera que les costará reintegrarse a sus familias.
Mientras, 33.2% (2 mil 935) indicó que tiene poca posibilidad de reintegrarse a su grupo de amigos.