La directora médica de emergencias del hospital New York-Presbyterian, Lorna Breen, quien se encontraba al frente de la lucha contra el COVID-19 en el epicentro de la pandemia, murió por suicidio, informaron la policía y su familia este lunes.
La profesional de la salud falleció el domingo en Charlottesville, Virginia, donde se hospedaba con su familia tras haber contraído coronavirus y haber sido enviada a casa por el hospital para recuperarse, de acuerdo con lo declarado por su padre Philip Breen.
Las motivaciones del suicidio no son claras, aunque el padre de Breen declaró al periódico haber notado a su hija en mal estado anímico, después de que ella le describiera que había “una avalancha” de pacientes de COVID-19 que morían incluso antes de salir de las ambulancias.
“Ella trató de hacer su trabajo y eso la mató. Estaba realmente en las trincheras de la primera línea”, dijo Philip Breen, y pidió asegurarse de que su hija sea elogiada como una heroína: “Es una víctima como cualquier persona que haya muerto”.
El hospital donde Breen trabajaba también se pronunció al respecto en un comunicado. “La doctora Breen es una heroína que trajo los ideales más altos de la medicina a las desafiantes líneas del frente del departamento de emergencias”, declaró el centro médico y agregó que se encuentra brindando apoyo a sus familiares.