Mariana Flores
“Nunca habíamos visto una granizada así. Solo fueron 20 minutos y miren cómo nos dejó. Perdimos todo, nuestro patrimonio, nuestro trabajo. Esta granizada es lo peor que hemos visto; ni las enfermedades ni las plagas no habían afectado tanto”.
Son las palabras de Ramiro Palemón, de 52 años de edad, y dedicado a la producción de nopal desde hace 30 años.
Explica pormenores de la siembra en San Sebastián Villanueva, donde el granizo del sábado fue tanto que sepultó sembradíos y venció techumbres en esta junta auxiliar de Acatzingo.
Poco antes de las 7:00 horas, cuando el sol comienza a dar en las 10 hectáreas de sembradío de nopal y tuna, ubicadas detrás de su vivienda, el hombre empieza a evaluar el daño en las plantas de tuna y nopal. Calcula que el 90 por ciento de su producción se perdió por completo.
“Una planta de estas tarda hasta tres años en dar sus frutos, afortunadamente la planta no se dañó, pero sí todo lo que íbamos a cosechar para este mes. Yo creo que en dos meses vamos a recuperar parte de lo que se nos perdió. Pero mientras, ¿quién nos va a ayudar?”, comenta.
Por otra parte, Iván Sánchez, dedicado a la producción de hortalizas, vio el techo de su bodega venirse abajo por el peso del granizo. Estima que sus pérdidas ascienden a poco más de 300 mil pesos.
“En la bodega tenemos almacenado todo el grano, y todo se mojó. Hay que ponerlo a secar y ver cuál está todavía bueno. Pero las láminas, las columnas y las viguetas que se quebraron, esas sí ya no sirven, hay que poner todo desde cero”, añadió.
Estas son dos de las 50 familias que resultaron afectadas tras la intensa caída de granizo la tarde del sábado. A decir de los pobladores, fue a las 18:00 horas, cuando comenzó a caer granizo por poco menos de 20 minutos.
“Pues ya la veíamos venir, pero no así como fue. Primero vimos la serpiente de agua que se ve en el cielo cuando va a caer granizo, pero no pensamos que fuera así. El año pasado tuvimos dos granizadas, pero nunca había sido así de fuerte. No fue ni media hora”, indica Artemio Herrera, de 65 años de edad, en medio de la cocina cuyo techo fue vencido por la precipitación.
El ayuntamiento de Acatzingo informó que en un primer censo, se afectaron por lo menos cuatro mil hectáreas agrícolas, que representan más de la mitad del total de tierras. Además, informó que 50 familias vieron caer el techo de sus viviendas o bodegas.
Acatzingo se encuentra a 65 kilómetros de la capital poblana.
En San Sebastián Villanueva, el 90 por ciento de la población se dedica a la producción y venta de nopal y tuna, por lo que es común ver sembradíos en el traspatio de las viviendas.
La Unión Mexicana de Productores de Nopal, Tuna y Maguey estima que en esta comunidad hay cinco mil 500 hectáreas nopaleras y dos mil productores que aportan 90 por ciento de la producción de tuna y nopal en el país, mientras que el 10 por ciento de la producción es destinada a la exportación internacional.
Hace 50 años, los agricultores locales dedicaban el campo a la siembra de maíz y frijol. La llegada de la tuna blanca representó el doble de ingresos para las familias, por lo que la mayoría de la población optó por dedicar sus tierras a la producción nopalera.
Con el paso de los años, llegaron otras especies tuneras.
Por su parte, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), informó que durante el 2020 Puebla fue el principal exportador de tuna a Estados Unidos, Europa y Canadá.
Inician brigadas censo para indemnización
A fin de atender a productores afectados por la caída de aguanieve en la comunidad de San Sebastián Villanueva, en Acatzingo, brigadas de la Secretaría de Desarrollo Rural (SDR) recorrieron zonas de cultivo de nopal y tuna.
Así lo dio a conocer el gobierno estatal de Puebla.
Esto tiene el fin de de determinar los daños registrados y proceder a la indemnización correspondiente.
Fueron contabilizadas alrededor de 150 hectáreas siniestradas, las cuales corresponden a 200 familias productoras, que recibieron información y asesoría sobre el procedimiento y trámite a llevar a cabo para acceder al pago lo antes posible, así como el cuidado de sus cultivos luego del fenómeno meteorológico.
En ese sentido, la dependencia continuará en comunicación para determinar el total final de la superficie afectada y, una vez cierre el conteo de daños, entregar la indemnización para cultivos de nopal y verdura, así como algunos menores de tuna y de ese modo no vean perdidos los ingresos por sus cosechas.
Las hectáreas dañadas fueron contabilizadas en la comunidad de San Sebastián Villanueva y en los parajes de San José, Las Palmas, Tlacapule y Pozo Guerra, donde hubo afectaciones menores.
La Secretaría de Desarrollo Rural seguirá con lo indicado por el gobernador Miguel Barbosa para apoyar a las familias productoras afectadas por contingencias climatológicas e indemnización en el menor tiempo posible.