Por: Jorge Luis Hernández / [email protected]
Ni más ni menos
EMPIEZO Y SIGO CON
La crisis del Club América, misma que implica que el equipo de Coapa sólo ha ganado un partido de sus últimos 10 oficiales, contando aquella final de Liga de Campeones de Concacaf, donde el equipo azulcrema cayó por la mínima diferencia ante Rayados.
Y es que más allá de los resultados negativos, la formas importan y mucho, ya que el último partido en que se le vio al América jugando con un estilo definido fue el 23 de octubre del 2021 ante Tigres, en el estadio Azteca, dicho encuentro lo ganaron por la mínima diferencia, pero mostrando un sistema práctico –que no agradaba a muchos desde entonces–, una defensa cumplidora y futbolistas que parecían entender a la perfección lo que su entrenador les pedía en la cancha.
A casi cuatro meses de distancia de aquel día, el América está irreconocible, pues aunque el paso positivo le alcanzó para obtener el liderato general, su nivel futbolístico cayó estrepitosamente, perdieron una final jugando a no perder y de igual forma enfrentaron la Liguilla ante Pumas, en donde perdieron de forma vergonzosa ante un equipo universitario que se metió en el lugar 11 de la tabla y que “borró” a las Águilas de la cancha del Azteca.
Un plantel con 85% de jugadores del torneo pasado, reforzado y con el mismo técnico, ha dejado mucho que desear en sus primeras fechas del Clausura 2022, la pregunta que muchos aficionados es: ¿qué está sucediendo?
La respuesta tiene muchas variantes. Primero, la directiva; Santiago Baños obviamente no ha elegido bien a sus refuerzos, su capacidad para negociar se ha visto muy limitada para contratar a jugadores que el Club América necesita, además, el carácter de Baños –me dicen– no es el mejor cuando de negociar se trata, esto le ha traído problemas con muchos representantes, promotores y jugadores, que han estado en la mira de las Águilas.
Por otro lado, y siendo exfutbolista, debería saber cuáles son las necesidades del equipo, claramente se vio que en el América se necesita renovar la defensa central y traer extremos de calidad, pues por ahí pasa el problema de los de Coapa. Esto se ve en cada partido, el equipo no genera porque no tiene profundidad, no genera juagadas de peligro, más que uno que otro “chispazo” de los laterales, pues Salvador Reyes es cumplidor pero claramente se nota que no es su posición habitual; Lainez, da unas de cal por otras de arena y los que estaban (Benedetti, Suárez, Ibarra), terminaron saliendo del equipo –grave error–, ya que no se contaba con los sustitutos naturales y aunque al final llegó el colombiano Juan Otero, todo parece indicar que le costará trabajo cumplir esa función.
Un responsable más es, por supuesto, Santiago Solari, pues al final él elige a los jugadores y dio su consentimiento para los jugadores que llegaron, permitió que la media cancha se sobrepoblara, en una posición que no necesitaba ser tan reforzada, como sí las antes mencionadas.
El estratega argentino no encuentra variantes para hacer jugar a su plantel, ya que al no tener un trato más directo con sus futbolistas, no sabe dónde les puede sacar más provecho; sí, en Coapa aseguran que Solari no suele hablar mucho de sus decisiones técnicas con sus pupilos y eso vaya que merma su rendimiento.
Si El Indiecito no se acerca más a sus jugadores y no varía sus planteamientos, con base en las virtudes de sus jugadores, no habrá nada que hacer este torneo para el América, ni este ni el que sigue, mientras Solari no explote las ventajas que cada uno de sus futbolistas le puede dar.
Por último, pero lo más importante, el paso del equipo se debe a los jugadores, muchos de ellos distraídos en hacer comerciales –eso no es malo, jugar en el América implica esos reflectores–, por lo que no aterrizan lo que verdaderamente les debería importar; otros, están preocupados por sus cortes de cabellos, sus tatuajes y todo lo que encierra sus redes sociales; alguno son apáticos y juegan cuando quieren, para lucimiento propio y no para el servicio del equipo.
Algunos, creen que con el liderato del torneo pasado está todo dicho y no, en el América los puntos y los lideratos no sirven si estos no van a las vitrinas convertidos en títulos. Incluso –me dijeron– que la directiva está analizando el hecho de “tocarles el bolsillo” por su bajo rendimiento y, ¿qué creen?, ya les hicieron saber esa posibilidad a los jugadores y estos ya pusieron el grito en el cielo, a lo que les respondieron… “¡pues ganen cab…!”
Veremos si ante Pachuca, la charla del día posterior de la derrota ante Mazatlán tiene efectos. Me dicen que muchos jugadores prometieron más entrega, que se alinearon con su técnico, al que, por cierto, ya les informaron que “no tocará” hasta finalizar el certamen, la directiva americanista confía 100% en Solari, aunque eso en el futbol mexicano es el presagio del adiós. ¡Ya veremos!
TERMINO CON
Una mención especial para el programa de Televisa Puebla, Contacto Deportivo, ya que estamos cumpliendo 26 años ininterrumpidos al aire, siendo así el programa más longevo de la televisión poblana y uno de los más a nivel nacional e internacional.
Fue un 13 de febrero de 1996 cuando Contacto Deportivo vio la luz por primera vez y, desde entonces, ha tenido cuáquer cantidad de coberturas, programas especiales, trasmisiones y todo tipo de dinámicas en materia deportiva. Su creador, Rames Alle, define este programa como un espacio de información y entretenimiento para los que gustan del deporte a nivel local, nacional e internacional.
Gracias a todos los que han formado parte de Contacto Deportivo, porque ellos también son parte de esta historia. Gracias a Televisa Puebla y a nuestro director general Gerardo Jean, por la confianza dada desde siempre. Gracias a los patrocinadores que han confiado en nosotros y nuestros contenidos. Gracias a nuestras familias, a los que hoy somos Contacto Deportivo: Rames, Pato, Dany, Leo, Pris, Luis, Quique y un servidor, quienes programa a programa lo hacemos con profesionalismo y constancia.
Gracias a nuestros compañeros camarógrafos, técnicos, maquillistas, jefes de piso, tituladores. Pero lo más importante: gracias a usted, por su preferencia a lo largo de estos 26 años y que ¡vengan muchos más!