“Una mujer científica no es un ratoncito de laboratorio mal pagado”, señaló Griselda Corro Hernández, del Instituto de Ciencias de la BUAP (ICUAP), quien trabajo en el proceso de producción de biodiésel usando únicamente la radiación solar como fuente de energía.Hace poco más de un año, la científica alcanzó el nivel III del Sistema Nacional de Investigadores, un reducido y selecto número de académicos del país en el que las mujeres no superan 10%.
Es egresada de la Licenciatura en Química de la BUAP, en 1997, más tarde graduada como maestra en Fisicoquímica, por la Universidad Autónoma Metropolitana, y del Doctorado de Estado, por la Universidad de Poitiers, Francia
En su Laboratorio de Catálisis y Energía del ICUAP, Corro Hernández desarrolló una metodología económica y eficaz para producir biocombustible, aprovechando la energía solar como alternativa a los procesos donde se usan petróleo, carbono y gas natural.
“La idea es brindar alternativas al desabasto de combustibles fósiles, pero sobre todo contribuir a los problemas de contaminación. Se trata de un proceso muy noble que ayudará al medio ambiente, a las especies y por supuesto al ser humano”, señaló.