A la edad de 82 años, perdió la vida el empresario hotelero e impulsor deportivo José Abed, quien será recordado por su gran labor tanto en el automovilismo a nivel local y nacional, como por su polémico, pero productivo paso como dueño del Puebla de La Franja.
Considerado como uno de los principales promotores de las carreras de autos, al lado de su hermano Julián, el ingeniero recibió en vida el honor de ser elegido como parte del Salón de la Fama de la Confederación Deportiva Mexicana (CODEME).
Y este reconocimiento se lo ganó por su apegado trabajo al deporte, ya que si bien como corredor activo fue piloto de autos turismo, modificados, estándar, rallies y fórmula Ford, fue en 1985 cuando fundó la Organización Internacional de Automovilismo Deportivo de México (OMDAI), que representa a nuestro país ante la Federación Internacional de Automovilismo.
Su buen estatus en la FIA ayudó a que México recibiera por primera vez el Gran Circo de la Fórmula 1 en 1986, por lo que Abed fue director de la Organización del Gran Premio de México Fórmula Uno hasta 1992, además de que previo a su partida, fungía como vicepresidente de América de la propia FIA.
Su inmersión en el futbol se dio en 1995 cuando junto a su hermano Julián, se hicieron cargo de un Puebla de La Franja que comenzaba a sufrir de problemas extracancha, y convirtió al equipo en los llamados Ejecutivos cambiando el azul por el naranja como el color institucional.
Si bien solo estuvieron tres años al frente de los camoteros, su labor será recordada porque consiguió planteles competitivos con jugadores como el español Carlos Muñoz, el portero uruguayo Gerardo Rabajda y el entrenador Aníbal Ruiz, llegando a las semifinales en el Invierno 96 además de imponer los 31 puntos como una marca en torneos cortos que hasta el momento sigue vigente.