Dr. Anselmo Salvador Chávez Capó / Profesor Investigador de la UPAEP
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) presentó los datos de la inflación para el mes de mayo del 2022, en donde el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) creció 0.18% respecto al mes anterior.
Con este resultado, la inflación general anual se ubicó en 7.65%, la inflación mensual fue de 0.20% y la anual de 5.89%o. El índice de precios subyacente se incrementó en un 0.59% a tasa mensual y un 7.28% anual.
Por su parte, el índice de precios no subyacente retrocedió 1.02% a tasa mensual y a tasa anual aumentó 8.77%.
Por su parte, el Índice Nacional de Precios Productor (INPP) tota,l incluyendo petróleo, aumentó 0.93% mensual y 10.52% anual. En el mismo mes de 2021 creció 0.81% a tasa mensual y 6.10% a tasa anual.
A tasa mensual y por grupos de actividades económicas, los precios de las Actividades Primarias subieron 1.21%, los de las Actividades Secundarias, 1.25% y los de las Actividades Terciarias, 0.21%. El Índice de Mercancías y Servicios de Uso Intermedio, incluyendo petróleo, incrementó 1.43% a tasa mensual y anual 13.15%, en tanto que el Índice de Mercancías y Servicios Finales, incluyendo petróleo, creció 0.72% a tasa mensual y 9.48% anual.
Como se puede ver, el fenómeno inflacionario en estos momentos incluye todas las áreas de la economía, recordando que este no es únicamente un fenómeno nacional, sino derivado de las condiciones globales que se presentan en la actualidad.
A nivel de economía familiar, la información también es preocupante. De acuerdo con datos también del Inegi, en mayo las mercancías alimenticias que recibieron el impacto de los incrementos en el entorno internacional del maíz y el trigo fueron las harinas de trigo, con un aumento anual de 23.51%, lo que dio como resultado que el pan blanco se incrementara un 21.91% y el pan de caja, 17.06%. Como producto terminado, una torta vendida en una lonchería también se vio afectada, ya que a principios de mayo costaba 55 pesos y ahora cuesta 60 pesos y en consecuencia, en las loncherías, fondas, torterías y taquerías, el incremento fuera de 1.07% mensual, resultando de los más afectados en el rubro de los productos genéricos con mayor incidencia que son procesados.
Otro ejemplo: el pan de dulce en algunos lugares subió un peso, pasando de 5 a 6 pesos, mientras que en Puebla, la masa y harina de maíz se incrementó en un 16.21%. El incremento no se ha hecho evidente de manera generalizada, el precio de la tortilla fluctúa entre 13 y 14 pesos, pero ya hay lugares donde el precio es de 15 y hasta 16 pesos, por lo tanto se espera un incremento a corto plazo, considerando que actualmente la tonelada de maíz se encuentra entre 8 mil y 9 mil pesos, pero no descarta que en las próximas semanas suba hasta 10 mil pesos, razón por la que los tacos, chilaquiles, quesadillas y demás alimentos cuya base de preparación es la masa y tortilla de maíz podrían costar más caros a finales de año.
Todo ello da como resultado que la inflación de las mercancías alimenticias, sea del 11.31%, la más elevada desde 1999, de acuerdo con lo que señalo en su cuenta de Twitter, Jonathan Heath, subgobernador del Banco de México.
A manera de cierre, es difícil ser optimista con respecto al control de la subida de los precios, ya que estos se asignan de acuerdo a la dinámica del mercado. Adicionalmente se estima que el incremento de los precios todavía no alcanza su nivel máximo, estimándose que llegará a alcanzar niveles de 8% a 8.5% anual, por lo tanto, se debe estar consciente de que la inflación anda rondando en nuestra realidad económica, y es difícil saber cuál será su punto de inflexión en el corto plazo.