Dulce Liz Moreno y Mariana Flores
Esmeralda Gallardo fue asesinada ayer por la madrugada, en la parada donde esperaba el camión para ir a trabajar.
Minutos antes de las 5:00 horas, un tirador a bordo de una motocicleta conducida por otro hombre abrió fuego contra ella.
Disparó diez tiros.
Vecinos que escucharon las balas reportaron al 911.
Por lo menos seis disparos le produjeron la muerte en la carretera México-Puebla, en inmediaciones de Villa Frontera.
Desde el 13 de enero del año pasado, Gallardo buscaba a su hija Betzabé Alvarado, quien junto con una amiga se fue en motocicleta hacia la Central de Abasto y no volvió.
La mujer de 45 años se hizo cargo de la bebé de la joven de 22. Esmeralda tenía también otro hijo, de 12.
La Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Puebla, emitió la ficha de Betzabé Alvarado sin éxito ninguno.
Esmeralda Gallardo se apoyó en el colectivo Voz de los Desaparecidos para realizar búsquedas en Puebla y Tlaxcala.
Denunció a un presunto narcomenudista que supuestamente estaría relacionado con la desaparición de su hija.
Policías municipales de Puebla hicieron el reporte del ataque y aseguraron que, por las evidencias, la madre de Betzabé Alvarado falleció en forma instantánea en el pavimento.
El gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, lamentó y condenó el asesinato.
Aseguró que se esclarecerá el asesinato y se aplicará la ley en contra de los criminales.
MODO DE OPERACIÓN REPLICADO
El 21 de mayo pasado, la abogada y activista Cecilia Monzón fue asesinada en la misma forma: a bordo de una moto, dos hombres se emparejaron con la camioneta que manejaba y uno abrió fuego.
La Fiscalía General del Estado esclareció el crimen y detuvo a los implicados.
El excandidato del PRI a gobernador en 2010, expareja de la abogada y demandado por ella por incumplir con la pensión alimentaria para el hijo de ambos, está señalado como presunto autor intelectual del feminicidio.
En el país, han sido asesinados padres y madres de personas desaparecidas o asesinadas.
Uno de los primeros fue Nepomuceno Moreno, quien denunció la detención ilegal y desaparición forzada que padeció su hijo Jorge Mario, quien hablaba con él por teléfono cuando policías lo emboscaron.
El hombre fue asesinado de siete balazos en un crucero en Hermosillo, Sonora.