La que sería una de las peleas más importantes de su carrera fue un viacrucis para el boxeador poblano Hugo Guarneros: viajó más de 14 mil kilómetros para contender por un título internacional en Sudáfrica y le cancelaron la función.
Tras una semana fuera, el pugilista regresó a suelo poblano y platicó lo que padeció.
Se preparó por meses para llegar en óptima forma a la cita del 27 de mayo en la capital sudafricana.
En un inicio, su rival iba a ser Phumelele Cafu, pero por un problema de salud, tuvieron que cambiar de contendiente. Y de fecha.
Guarneros movió todos sus planes y se mentalizó con el nuevo contendiente, Jackson Chauke, en un pleito por el título de la Federación Internacional de Boxeo (IBA), el cuarto cetro que buscaba el poblano.
“Fue muy tedioso, se convirtió en una experiencia con muchas anomalías; a final de cuentas sí me iba a enfrentar a Cafu”.
A sus 32 años, el apodado Verdugo se preparó en Chachapa, junta auxiliar de Amozoc, con las instrucciones de su entrenadora y esposa Lupita Jalapa.
La victoria del otro lado del mundo le abriría las puertas para buscar un título mundial en el peso mosca y así entrar en la historia del boxeo poblano.
Pero todo salió mal.
“El viaje de ida también tuvo muchas inconsistencias. El itinerario no fue el mejor: de Ciudad de México me mandaron a Cancún, hice una escala ahí sin bajarme del avión, y luego 15 horas hasta Estambul, ahí me quedé 8 horas en un hotel y ya por fin pude viajar a Sudáfrica. Fue un trayecto cansadísimo”.
Guarneros ha sido campeón en tres oportunidades: ostenta el cinturón de oro del Consejo Mundial de Boxeo; y se coronó lejos de casa, con el fajín Intercontinental de la Federación Internacional de Boxeo y el Intercontinental de la IBA, que ganó en Inglaterra en el 2020.
En Sudáfrica, “me cambiaron los horarios y las sedes para el pesaje, yo estaba debajo de los 51 kilos 700 gramos para poder pelear por el campeonato”.
De las 12:00, pospusieron hasta las 18:00, una espera tortuosa porque no pudo comer ni tomar agua para mantener el peso.
“Una hora antes del pesaje de la tarde, me avisaron que se cancelaba la pelea sin dar mayor explicación”.
Con apoyo de autoridades de Amozoc y varios patrocinadores locales, el fajador pudo llegar a Sudáfrica. Pero el promotor sudafricano Ayanda Matiti, dueño de la empresa Xaba Boxing Productions, se desentendió de sus responsabilidades como organizador y dejó tirado al poblano.
“Eso me molestó muchísimo. El promotor dijo que los patrocinadores se echaron para atrás; no cubrió mis viáticos y ni un porcentaje del pago por la pelea; dijo que repondría la función, pero no le creo. Pagó la estancia sólo cuando le advertimos que lo íbamos a demandar”.
JAPÓN, LA ASPIRACIÓN
Con un récord de 29 peleas –17 ganadas por nocaut– y cuatro derrotas a cuestas, Guarneros ha disputado dos campeonatos internacionales de la FIB y de la WBO y hoy está más listo que nunca para contender por una corona una vez que pasó el trago amargo. En noviembre del 2022 peleó ante el francés Loic Joker Tajan y le ganó por nocaut técnico al inicio del tercer asalto asegurando el cetro intercontinental del IBA.
“Un promotor me plantea la posibilidad de ir a pelear a Japón el próximo mes, aunque también hay una propuesta de pelear en México”.
El guerrero poblano no se achica; quiere ganarse el derecho para pelear por un título del mundo y así convertirse en el primer poblano que llega a la cima del planeta en el pugilismo, aunque también anhela mostrase ante su gente.
Indicó que se separó de Miguel Ortiz, quien manejaba su carrera; “ahora tengo otras expectativas y le agradezco todo lo que hizo por mí”.