El Puebla de La Franja ha cambiado casi la mitad de su plantel en los últimos dos meses. El cuadro camotero está viviendo una reconstrucción increíble y muestra de ello son los movimientos recientes en su grupo de jugadores, lo cual inevitablemente ha repercutido en los malos resultados durante este semestre.
Con la salida de Nicolás Larcamón en diciembre pasado, se puso fin a una etapa en el club, aunque todavía quedaban elementos que evocaban ese lapso en el que La Franja logró clasificar a cinco Liguillas consecutivas. Sin embargo, la reconfiguración llevada a cabo por el nuevo timonel, Eduardo Arce, prácticamente ha eliminado cualquier vestigio de esa época.
Desde el término del Clausura 2023 hasta la fecha, el cuadro camotero ha tenido 11 bajas en su plantel, entre ellas el colombiano Omar Fernández, el brasileño Lucas Maia, el uruguayo Emanuel Gularte, el paraguayo Antony Silva, el chileno Pablo Parra, y los mexicanos Emilio Martínez, George Corral, Ivo Vázquez, Martin Lagunes, Pedro Budib y Raúl Castillo; aunque podrían ser un total de 12 si se confirma la salida del uruguayo Kevin Ramírez.
En cambio, han llegado seis nuevos elementos: los colombianos Brayan Angulo y Kevin Velasco, el paraguayo Sebastián Olmedo, y los nacionales Efraín Orona, Miguel Fraga y Diego Zago; sin embargo, solamente Angulo se ha consolidado como titular en la alineación de Eduardo Arce.
Esta reingeniería está pasando factura al equipo, especialmente al técnico de 34 años de edad, quien ha tenido un inicio de torneo para el olvido con tres derrotas y un empate, lo que ha generado una gran presión sobre él e incluso ha llevado a la directiva poblana a reunirse para definir el futuro del banquillo.
Se espera que haya todavía más movimientos, ya que el Puebla está en busca de un refuerzo extranjero más, siendo el uruguayo Cristian Tabó una posibilidad; sin embargo, cada vez se aleja más esta opción, ya que el atacante prefiere quedarse en Cruz Azul y no regresar al equipo en el que alcanzó el mejor rendimiento de su carrera.