Familiares y amigos de la joven, quien entonces tenía 19 años y estaba embarazada, hicieron una caravana en exigencia de dar con su paradero
Diana López Silva
Familiares y amigos realizaron una caravana para exigir justicia a las autoridades, a ocho años de que Paulina Camargo Limón –quien tenía cuatro meses de embarazo– desapareciera.
En su recorrido hicieron paradas en el Congreso de Puebla y en la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), así como en la Fiscalía General de Justicia (FGE) y Casa Aguayo.
En estos lugares, en voz de Rocío Limón, madre de Paulina, exigieron avances en la localización de la joven, cuyo paradero se desconoce desde el 25 de agosto de 2015.
En cada punto, los integrantes de la caravana condenaron las omisiones por parte de las autoridades en este caso, lo que ha impedido encontrar a la joven que tenía 19 años de edad.
Pese a que esta semana el propio fiscal general, Gilberto Higuera Bernal, reconoció que tiene una deuda con la familia Camargo Limón, ayer las puertas de la Fiscalía fueron cerradas ante la manifestación.
En Casa Aguayo, la madre de Paulina pidió de rodillas la ayuda del gobernador Sergio Salomón Céspedes para hacer justicia en el caso de su hija.
“Me pongo de rodillas señor gobernador, necesito de su ayuda; me arrodillo ante usted y ante Dios para pedirle que mire el caso de Paulina. Soy una madre dolida, apóyenos, ayúdenos”.
En el Congreso, la caravana demandó modificar la Ley de Desaparecidos para que se agregue la perspectiva de género y se cree una comisión especial que investigue a fondo los casos.
En la Comisión de Derechos Humanos del Estado solicitaron acompañamiento para evitar que se vulneren los derechos de los familiares de desaparecidos.
Paulina Camargo desapareció el 25 de agosto de 2015, tras ver a su novio y padre de su hijo, José María N. en Plaza Solé. Tomaron un taxi y se dirigieron a casa de él y desde entonces su familia no supo más de ella.
José María N. permanece encarcelado, con una sentencia de 16 años y 6 meses de prisión.