A sus 70 años, Martina Jiménez castro practica el deporte por gusto y diversión, aunque de forma competitiva; sus nietos son su mayor impulso y motivación
Cuando cumplió 40 años, creyó que el deporte ya no era para ella, hasta que conoció el cachibol, una disciplina a la que le ha dedicado poco menos de la mitad de su vida y que ahora, a los 70 años de edad, tiene a Martina Jiménez Castro con una vitalidad envidiable y un estado de salud que desearía cualquier joven.
La Arena BUAP recibió a decenas de personas en días pasados para la edición 28 de los Juegos Estatales Deportivos y Culturales para Adultos Mayores. Entre ellos, destacaba la sonrisa de Doña Tina, como cariñosamente la conocen sus compañeras del equipo Las Panteras, que representa al DIF municipal y se especializa en cachibol.
“Cuando uno empieza a envejecer, comienza a pensar como un viejito y cree que el deporte solamente es para los jóvenes. Una de mis cuñadas me invitó un día a unirme a su equipo de cachibol. Desde entonces, llevo 30 años jugándolo y créeme que es algo que me llena de vida, me mantiene en perfecto estado de salud e incluso provoca que algunas personas más jóvenes que yo sientan envidia”.
El cachibol es un deporte en el que se enfrentan dos equipos de seis jugadores cada uno, colocados en dos líneas: tres en la primera y otros tres en la segunda.
El juego consiste en enviar el balón por encima de la red al campo contrario, pudiendo dar tres pases. Fue creado hace más de un siglo y en los últimos años ha ganado popularidad debido a que es un excelente ejercicio, especialmente adecuado como actividad de acondicionamiento físico para personas mayores.
“Ahorita tengo 70 años, pero empecé a jugar con Las Panteras hace unos 15 y la verdad es un ambiente muy bonito. Jugamos por gusto, nos divertimos mucho, aunque siempre queremos ganar. Pero lo importante aquí es divertirnos y hacer ejercicio”.
En estos juegos participaron 787 adultos mayores, provenientes de delegaciones del interior del estado, así como de la capital. Se destacó la presencia de miembros del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM), el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (SEDIF), Casa del Jubilado BUAP, Estancia de Día Zacatlán, INAPAM: Xicotepec de Juárez, Tehuacán, Huachinango, entre otros.
Los juegos han concluido, pero Doña Tina sale con una sonrisa contagiosa y la razón son sus dos pequeños nietos, quienes estuvieron en las gradas gritando en todo momento y apoyándola con todo el amor que solo un nieto sabe darle a su abuela. Esto la motiva a seguir practicando el cachibol y, sobre todo, a mantenerse cerca del deporte.
“Nosotras jugamos todas las semanas en el centro escolar y ya nos conocen como las abuelitas del centro escolar. La verdad es que es algo que me gusta mucho. Mi mayor motivación son mis nietos, quienes todo el tiempo me están diciendo que eche ganas y que siempre me van a estar apoyando”.