Diana López Silva
Pese a la alerta temprana y datos estadísticos sobre atipicidad de los huracanes, los tres niveles de gobierno demostraron una falta de protocolos para atender fenómenos como Otis opinaron analistas de la UPAEP.
En conferencia de prensa, Valente Tallabs González, director de la Facultad de Ciencia Política y Gobierno y Herminio Sánchez de la Barquera, profesor de la Licenciatura en Relaciones Internacionales, coincidieron en que las autoridades de México fueron rebasadas por el desastre natural de Guerrero, en los tres ámbitos de gobierno: federal, estatal y municipal.
Tallabs González reconoció que el fenómeno era atípico, por la forma en que Otis se convirtió de tormenta tropical a huracán en tan poco tiempo, señaló que sí era previsible.
Indicó que huracanes de estas características se forman en periodos de aproximadamente 20 años y el último en costas de Guerrero fue Paulina en 1997, por lo que se debía tomar en cuenta la periodicidad para haber establecido protocolos bien definidos con anticipación ante un desastre que podía ocurrir en cualquier momento.
“Sin embargo, se minimizó, el Gobierno Federal dijo que el sistema de alerta temprana avisó, (pero) no lo hizo con el rigor debido, no se hizo las debidas recomendaciones, falta una previsión eficaz, el New York Times sacó un reportaje donde autoridades meteorológicas dan cuenta de la actividad atípica y eso daba 10 horas para que se pudiera actuar”.
Ambos académicos calificaron lo ocurrido como “un retroceso” en cuanto a la actuación que se esperaba de las autoridades, al considerar que, en las administraciones anteriores hubo mejor respuesta.