Mario Galeana
A principios de 2022, el hijo de la artista Ximena Girado Herazo sufrió un accidente automovilístico que pudo ser fatídico. Cuando Ximena y su esposo llegaron al lugar y vieron el amasijo de metal y vidrios regados por la acera, ella imaginó lo peor.
“Pensé: no me quiero bajar, no quiero. No sabía cómo estaba mi hijo, qué iba a pasar con él. Un millón de cosas me imaginé”, recuerda.
Su hijo se había fracturado varios huesos, tenía una contusión, definitivamente no había salido ileso. Pero todo eso era mejor que los pensamientos que habían cruzado por su mente al llegar a la aparatosa escena del automóvil devastado.
“Las fotos del accidente son horribles, pero él salió a salvo. De cualquier modo fue un impacto súper fuerte para toda la familia. Yo tuve un bloqueo por más de un año. Intentaba pintar y no podía. Hacía lo que fuera con tal de no pintar”.
Hacia marzo del 2023, la también artista Leticia Morales Bojalil le escribió para avisarle sobre la convocatoria de la VII Bienal de Arte Sacro Contemporáneo (BASCO). Entonces algo se activó en la memoria de Ximena.
“Recordé que tenía las piezas del accidente de mi hijo tiradas en mi jardín”, explica.
Una semana después del accidente, Ximena y sus hijos fueron a recoger los restos del automóvil. A todos les pareció un gesto natural: la arqueología de una tragedia que pudo ser.
“Mi hijo me dijo: ¿vas a hacer algo con esto, verdad? Y yo le respondí que sí. No sabía cuándo, pero lo haría. Las mandé a limpiar y las tuve tiradas en ese jardín durante más de un año. Cuando Leticia me contó de la bienal, entendí que las había guardado para eso”.
La artista visual se tiró junto a las piezas, revolviéndolas hasta encontrar su orden secreto, como en los rompecabezas que solía hacer con su padre en Carta gena de Indias, Colombia, donde nació.
Grabó el proceso con un celular fijo y descubrió que, a los ocho minutos con cincuenta y tres segundos, había hallado aquella imagen.
Ensamblada a partir del metal y el plástico del carro en el que su hijo viajaba, Ximena Girado construyó una imagen de La Sagrada Familia, el tema central de la VII Bienal de Arte Sacro Contemporáneo.
La pieza Redención, como la tituló, está hecha a lo ready-made, ensamblada en un eje que simula el interior de un automóvil; las figuras de María, José y Jesús están dispuestas en tres ejes distintos, pero con un efecto visual que hace creer que están ubicadas a la misma altura.
La pieza obtuvo una Mención Honorífica en esta bienal que se realiza desde hace 15 años en Monterrey, Nuevo León.
Para la artista visual, Redención supuso el tránsito hacia un lenguaje que hasta ahora había explorado pocas veces: el de la escultura.
“Yo siempre he sido más de pintura. Los pocos ejercicios de escultura que había hecho eran ejercicios de clase con mi maestro, el pintor José Lazcarro, quien me recomendó practicarla para ejercitar la tridimen sionalidad. No me veo haciendo una escultura de barro. Creo que esta pieza fue como ensamblar, como hacer un rompecabezas”, abunda.
EL TRÁNSITO DE UNA ARTISTA VISUAL
Ximena Girado se mudó a México en 1998 y tres años después se afincó en Puebla. Siempre había estado interesada en el arte, aunque su formación comenzó durante su llegada a México.
Aquí estudió una maestría en Artes Plásticas por la Universidad del Arte (Unarte) y más tarde se incorporó al taller del maestro José Lazcarro Toquero.
Al principio, su pincel exudaba la nostalgia por su familia y su tierra. Mucho de su trabajo se basaba en la apreciación de la producción manual de la cultura de los Wayúu, una comunidad asentada en el desierto de La Guajira, en Colombia, donde su padre trabajó durante muchos años.
“Parecía una catarsis, una forma de traducir toda esa añoranza. Colombia era mi todo, y en mi obra sentía salir a mi país”.
En años más recientes, su obra se ha caracterizado por el uso de colores vivos y texturas simples, como en el proyecto Fusión, que elaboró en conjunto con la fotógrafa Ana Paula Ávila.
“Tuve un sueño muy bonito en el que entraba a una galería y había una exposición de fotos tomadas por Ana Paula, y junto a la fotografía estaba una pintura de esa misma imagen. Al despertar se lo propuse y fue un proyecto muy interesante que se expuso en la Casa de Cultura de Puebla”.
–¿Qué es lo que más ha definido tu producción artística?
–Yo soy una artista que todo lo hace con el corazón. Así trabajo. Mis obras tienen una razón de ser, algo que decir. En el caso de la Bienal de Arte Sacro, yo quería que fuera un testimonio de fe. Pensaba que, con impactar en un corazón, lo habría logrado. Y creo que lo hice. Fue como darle una resignificación al dolor por el que pasé.
XIMENA GIRADO HERAZO (1971)
Artista visual colombiana, naturalizada mexicana.
Estudió también Ingeniería Industrial, Minor en Informática y una especialidad en Mercadotecnia. Tiene una Maestría en Artes Plásticas por la Universidad del Arte (UNARTE), Puebla, México, periodo 2006- 2011.
Actualmente, participa en el taller del Maestro José Lazcarro Toquero.
Recientemente, fue galardonada con Mención Honorífica en la VII Bienal de Arte Sacro Contemporáneo BASCO: La Sagrada Familia, Monterrey, diciembre del 2023.
Entre sus exposiciones individuales, destaca Fusión en colaboración con la fotógrafa mexicana Ana Paula Ávila, Casa de la Cultura de Puebla, 2021, Nu Shon Kashi (Hijo de la Luna), en la Pinacoteca de La Aduana, Barranquilla, Colombia, noviembre de 2017.
Ha participado en varias exposiciones colectivas en México y en Colombia, entre las que destacan: Punto de Encuentro, Luxury Hall del Centro Comercial Angelópolis, Puebla, México, septiembre de 2016; UNARTE, 10 Años, Galería La Miscelánea, Puebla, México, septiembre de 2015.
También formó parte del proyecto “Mural en azules”, colaboración entre más de 100 artistas con autorretratos para formar un gran mural expuesto en varias ciudades del país, Ciudad de México, Puebla, Oaxaca, Monterrey, Hermosillo y Tlaquepaque, desde 2019 hasta el 2020.
Su obra ha sido incluida en subastas de beneficio social, como Pinceladas de Inclusión Tercos por el Arte a beneficio del Teletón 2023; Pink Power Puebla, por la prevención del cáncer de mama, Puebla, México, julio de 2014; y Causa Efecto, a favor de los niños con cáncer de Una Nueva Esperanza, Puebla, México, marzo de 2019.
Actualmente, participa como Coordinadora de Artistas del Proyecto Arte x Despensas realizado en la ciudad de Puebla, Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, Monclova y en países como Tanzania y Argentina, iniciativa de la artista Leticia Morales Bojalil, cuyo objetivo es intercambiar obras de arte por despensas para las personas más vulnerables en la pandemia de coronavirus.