Claudia Espinoza
A partir de este año se agiliza el mecanismo para la reparación de daños a quienes hayan sido violentadas física, mental, psicológica o económicamente, tras la actualización del Protocolo de atención y reparación integral a las mujeres víctimas de violencia por razones de género.
La reparación de daño comprende las medidas de restitución, rehabilitación, compensación, satisfacción y garantías de no repetición, en sus dimensiones individual, colectiva, material, moral y simbólica.
Yanelli es un ejemplo de esas víctimas de violencia a las que la modificación del protocolo busca apoyar con más eficiencia.
Su caso aún sigue en proceso legal; sólo uno de sus agresores ha sido condenado desde 2016, en que fue víctima de violación.
La denuncia quedó registrada en la averiguación CDI 787/17 Huauchinango Puebla, donde refirió que abordó un taxi colectivo en ese municipio y fue violada por el conductor.
Hasta ahora Yanelli logró una de cuatro sentencias ejecutorias por el delito de violación.
Pese a esa denuncia, para ella no hubo, hasta ahora, reparación del daño, porque se continúan tres juicios más. Con el nuevo protocolo se busca agilizar el proceso con asesoría para cuantificar los daños.
La Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas es la instancia encargada de realizar los trámites que van desde la recuperación de la libertad, restablecimiento de los derechos jurídicos e identidad y reintegración en el empleo.
También se incorpora la devolución de los bienes o valores de propiedad de la víctima que hayan sido incautados o recuperados por las autoridades.
Además, se estipula que en los casos en que una autoridad judicial competente revoque una sentencia condenatoria, se borrarán los registros de los respectivos antecedentes penales.
Otro aspecto actualizado fue el mecanismo para la reinstalación de los bienes de la víctima, donde se proporcionará también por todos los perjuicios, sufrimientos y pérdidas económicamente evaluables que sean consecuencia del delito.