Palabra de Mujer
RocÃo GarcÃa Olmedo
En el proceso de transición a la democracia en México, fue en los comicios de 1994 cuando iniciaron los debates entre candidaturas a la presidencia de la República.
Primero fueron manejados por los partidos polÃticos y los contendientes, con formatos rÃgidos, con tiempos asignados, sin interacciones y poco a poco han ido evolucionando.
Actualmente, la Ley Electoral obliga al Instituto Nacional Electoral (INE) a organizar al menos dos debates; se ha avanzado en las reglas, hay formatos más fluidos, la autoridad electoral establece la metodologÃa a seguir y, como en el 2018, habrá este año tres debates.
En 30 años, es el primero que tiene como protagonistas a dos mujeres candidatas, ambas punteras en el proceso electoral que será definido por la ciudadanÃa con su voto el próximo 2 de junio.
Muchos argumentan dudas en relación con el impacto que tienen los debates en la ciudadanÃa, pero, si consideramos que una elección representa el futuro de nuestra nación, nos daremos cuenta de la importancia que representa la confrontación de ideas, comparar opiniones que de un mismo tema tengan, contrastar proyectos.
AsÃ, todos los mecanismos que sirvan para la toma de decisión nos darán mayores elementos para decidir por quién votar.
En un sexenio que ha tenido la caracterÃstica de la polarización y la falta de buenos resultados en temas básicos como seguridad, salud y educación, este mecanismo se constituye como el espacio de contraste de proyectos, pero también de información.
Porque de eso se trata una elección.
¿Queremos seguir igual o queremos sacar adelante a nuestro paÃs?
¿Queremos continuar con una narrativa mentirosa, de agravios, de resentimientos y de divisiones o queremos propuestas, alcances y mejoras, para avanzar?
Pudimos observarlo en este primer debate.
Por un lado, un proyecto que no reconoce las enormes problemáticas que vivimos en México en materia de salud, educación, corrupción y violencias contra mujeres y su propuesta es la continuidad.
¿Es ese el único camino?
El otro proyecto, que las reconoce y hace propuestas para avanzar.
Pudimos conocer en un primer ejercicio de debate esos proyectos y confirmar mucho de lo que se documenta de las candidatas y el candidato.
Muchas preguntas fueron evadidas, pero sà podemos ir respondiendo la nuestra: ¿por qué votar por una u otra opción?
Una elección representa el futuro de nuestra nación.
¿Qué queremos?