El atleta consiguió su pase a parís 2024 en San José, Costa Rica, tras derrotar por 15-12 al puertorriqueño Rafael Western; es el segundo esgrimista poblano en la justa veraniega.
Antonio Zamora
Ya ha quedado registrado en la historia del deporte poblano y se dispone a vivir el sueño que todo deportista anhela en el planeta, aunque aún no es capaz de asimilar todo lo que le ha sucedido.
Con casi 10 años fuera del país y más de cinco viviendo en Italia, Gibrán Zea aún no logra concebir que ha obtenido su boleto para los Juegos Olímpicos de París, convirtiéndose así en el segundo esgrimista nacido en Puebla en lograrlo.
Cuando logró la victoria contra el puertorriqueño Rafael Western, simplemente gritó de alegría y se arrodilló; su reacción quedó grabada en video y quedará plasmada en su mente para el resto de su vida.
Por ahora, sin embargo, se concentra únicamente en continuar con su preparación para la contienda más importante de su carrera.
“Conseguir el boleto a París es algo que aún no termino de asimilar. Todavía no me cae el veinte, pero estoy muy contento y agradecido con todos”.
Ahora, con 25 años de edad, Zea llegó a Alemania en 2015 con la idea de potenciarse y aprender de los mejores de Europa. Sin embargo, en 2018 cambió de sede y se trasladó al sur de Italia, donde su evolución ha sido tal que, previo a la pandemia, era considerado el mejor sablista de México.
“Practico la esgrima desde los siete años, así que llevo 16 años dedicándome a ello. Me mudé a Europa hace seis años; primero llegué a Alemania, donde estuve tres años, y desde 2018 estoy en Italia, buscando alcanzar un nivel muy alto dentro de este deporte. Aquí se encuentra la mejor esgrima de Europa, y por eso estoy aquí”.
Gibrán es un sablista que está clasificado dentro de los cien mejores a nivel mundial, y sus características lo muestran como un atleta ágil, con fortaleza en las piernas y un sentido del equilibrio que le permite ser amenazante para sus rivales.
Para el deportista, lo siguiente es “continuar con mi preparación, enfocándome en hacer un buen papel en París. Viene una serie de competencias internacionales: un Grand Prix en Corea, una Copa del Mundo en Madrid y el Campeonato Panamericano en El Salvador, además de una base de entrenamiento en Italia y luego los Juegos Olímpicos”.
Por su parte, el entrenador de Gibrán Zea, Miguel Gutiérrez León, se mostró contento con el logro del atleta. “Ya son muchos años trabajando con él; de hecho, desde que tenía siete años. Lo dejamos un poco libre para que creciera, y afortunadamente esto se da en este ciclo olímpico, en el que llega con madurez, a diferencia de su participación anterior”.
Sobre la final del clasificatorio, el entrenador comentó: “Siempre estuvo enfocado en la competencia; sabía lo que hacía. En el último asalto, es cierto que perdió un poco la concentración; le cambiaron un poco la jugada. Afortunadamente, pudo volver a enfocarse y obtener resultados. Fue un asalto muy reñido, pero terminó ganando”.