Luis Paredes M.
FATIGA “pérdida de la resistencia de un material, al ser sometido largamente a esfuerzos repetidos”. DRAE
En el sexo, alcanzar la cumbre implica no un acto, sino un conjunto de acciones que cada una, por sí misma, pero más en su concatenación, generen satisfacción y placer… tal vez agotamiento, pero no fatiga…
En la política, alcanzar la cumbre implica la construcción de un sistema funcional cuyos elementos resistan diversos tipos de esfuerzo: compresión (aplasta), torción (tuerce), tracción (estira), corte (troza)… y así evitar fatigas y colapsos…
En el sexo, si consideramos simplemente el orgasmo como la cumbre, los resultados por intensos que sean en ese instante –o etapa– no perdurarán por mucho tiempo, porque mientras más intenso, es más difícil prolongarlo. En cambio algo sereno y pausado –con eventualidades mayúsculas– puede continuarse en el tiempo y en el ánimo, y esto aplica tanto al acto como a la cohabitación… incluso una esporádica impotencia o frigidez no son obstáculo al goce de pareja…
Después de toda faena extraordinaria, necesaria y obligadamente habrá agotamiento y el remate de la cumbre de ese acto será reposar juntos plácidamente… o si bien fue matinal, un opíparo desayuno sin prisa alguna… Y nunca te detengas cuando estés cansado, sino cuando culmines…
En el sexo y en la política la fuerza parece ser antónimo de la fatiga… pero no por obvio es del todo cierto… En el sexo y en la política el uso irracional de la fuerza puede llevar a una acelerada fatiga… Hay impulsos que parecen fuertes y no lo son… el priapismo* no es potencia de sobra sino un padecimiento… el chantaje moral y/o las presiones sicológicas y/o las estrecheces pecuniarias en las parejas no conducen a nada bueno, en tanto que en la política el uso desmedido de diversas formas de dureza, control o represión conlleva a lo que se define como fatiga: pérdida de resistencia (poder) por esfuerzos largamente repetidos…
En el sexo, el esfuerzo a la compresión se puede mitigar o acentuar con medias vueltas; a la torción con algunas acrobacias menores; pero la tracción (generar situaciones tirantes) es muy delicada y puede conducir a lo más grave, que es el esfuerzo cortante…
En la política, el peso de las responsabilidades genera esfuerzo a la compresión, pero es tal vez el que menos hace peligrar a la estructura –aún en situaciones extremas, como los sismos que han apachurrado al régimen de De la Madrid en el ‘85; Peña en el ‘17– u otras tragedias naturales como ciclones o inundaciones…
En cambio, la torción hace que muchas cosas enchuequen la marcha de la nación –corrupción, demagogia, anarquía, narco, huachicol, violencia, feminicidios– pero aún el malestar que esto genera ha resultado sufrible…
En 2008, luego del secuestro y asesinato de su hijo Fernando, Alejandro Martí dijo a los gobernantes “si no pueden renuncien”, pero nadie renunció y no pasó nada…
Sin embargo nadie había generado situaciones tan tirantes como las que hemos vivido con el predicador de las mañaneras… Ni las locuras de Echeverría, ni las frivolidades y excesos de López Portillo –expropiación de la banca incluida– generaron tales tenciones políticas… La sucesión de Miguel de la Madrid fue tensa… se cayó el sistema y se cuestionó la legitimidad de Carlos Salinas, y cuando este da golpe de timón y se aleja de los principios revolucionarios se generó tal tensión que el propio Sistema genera el movimiento zapatista, asesina al sucesor designado y ya con Zedillo en la silla, torpedea a la economía cuando el error de diciembre… El Sistema resistió esas tremendas tensiones porque el cable de muchos hilos se apretaba sin romperse y porque Salinas no mostró las evidencias de que fue Atlacomulco quien incitó todo aquello…
Entonces nadie luchó abiertamente por la deposición del presidente como ahora varios movimiento lo hacen…
Las mañaneras y demás sermones admonitorios son esfuerzos reiterados –y en el mismo punto– que están fatigando a un elemento carcomido… como toda la clase política… En el colmo de la insensatez y ante los pactos que protegen a Peña Nieto, se pretende usar a Lozoya en contra de Salinas…
Esto si es llamar al equipo de demoliciones (no sabemos si por medios mecánicos o explosivos) a que adelanten la acción de la fatiga… Es posible que veamos a un bloque de expresidentes (Salinas, Zedillo, Fox y Calderón) confrontando a AMLO…
La estructura del sistema político tiene en el presidente de la república su principal pilar, que desde luego complementa su fuerza con otras columnas y vigas cuyo entramado le dan la estabilidad necesaria para resistir el peso de sus responsabilidades, no torcerse ante los empujes laterales a que le someten los poderes facticos y resistir los jaloneos de algunos actores políticos, económicos y sociales…
Todas los tratos –sexuales o políticos–, –íntimos, secretos o abiertos– requieren un cierto grado de elasticidad, porque en el sexo y en la política aplica eso de que se dobla pero no se rompe, que es la antítesis de aquello que por su rigidez se troncha… cuando en la pareja hay obstinación en algo desagradable a la otra parte, se generan resistencias… esfuerzos que van haciendo perder fuerza al trato que se va fatigando hasta colapsarse…
En la política nacional estamos sufriendo la rigidez del elemento central del sistema político, que además ha ido eliminando columnas y vigas que le daban estabilidad…
Adicionalmente coloca elementos que no cumplen mínimamente con el principio básico de que en una estructura todo elemento debe cargar al menos su propio peso… y aquí vemos como se agobia a la estructura con pesados fardos sin equilibrar, que están perturbando peligrosamente el centro de gravedad.
Se piensa (¿¿¿será que alguien piensa en palacio…???) que una presidencia fuerte e inflexible puede funcionar… La pandemia y la demagogia han sometido a el sistema a una fuerte, súbita y sostenida compresión; corrupción, violencia, feminicidios, huachicol, crisis económica le someten a esfuerzos laterales que le tuercen; debilitados los partidos políticos –que pueden ayudar a alivianar las tensiones– aparece una sociedad civil aplicada a deponer a un régimen que puede troncharse al no reaccionar de modo que se amortigüen esas fuerzas o al no agregar vigas, columnas, contrafuertes o tirantes que estabilicen la estructura, o que se aplique a disminuir cargas y a manejar adecuadamente el centro de gravedad…
Como los rascacielos de la Ciudad de México –Torre Latinoamericana la decana de ellos– con una cimentación que flotando le permite moverse ante los sismos sin sufrir daño, pero el vaivén en sus pisos superiores es aterrador para quienes ahí se encuentran… las nuevas tecnologías y modernos materiales permiten a los más recientes tener sistemas de amortiguamiento que eliminan ese inconveniente… Si fueran rígidos habrían colapsado en el ’85 o en el ’17…
En el sexo no es la frecuencia lo que fatiga, ni en la política es el trabajo constante, sino la actitud… someter al sexo o a la política a esfuerzos constantes y sostenidos sin flexibilidad ni amortiguadores, irremediablemente conducen al colapso…
¡¡¡Allá vamos…!!