Miles de inconformes con las medidas de restricción para evitar contagio de COVID-19 en argentina desafiaron al virus y salieron a las calles a manifestarse contra el presidente Alberto Fernández.
Ayer mismo, en las ramblas de Barcelona, el punto turístico más popular de aquella ciudad, los deudos de las 13 personas fallecidas y familiares de los heridos hace tres años, en un ataque del llamado Estado Islámico, acudieron en silencio a recordar a sus muertos en ese acto terrorista, sigilo roto por los gritos de quienes exigen justicia.
En la misma ciudad, el barrio de Torre Baró se puso cuidadoso: cientos acudieron a hacerse la prueba de coronavirus ante el rebrote detectado el fin de semana.