Karla Cejudo / Diana López
En la más grave crisis en 110 años y justo cuando urge reactivar la economía, el peor enemigo lo trajo a Puebla capital su propio ayuntamiento: prevé el cierre del Centro Histórico para remodelar. “Una locura”, “plan a ciegas”, “golpe”, consideran los afectados por el bloqueo que la alcaldesa Claudia Rivera fechó para la próxima quincena.
El domingo 23 de agosto, la autoridad municipal anunció la inversión de 135 millones de pesos para cambiar adoquines, renovar fachadas de 60 casonas, mobiliario, iluminación, cruceros viales y parques ubicados en la 5 de Mayo, así como rehabilitar guías para personas invidentes e instalaciones pluviales y drenaje sobre las calles 8, 10, 12 y 14 Oriente-Poniente, entre el bulevar 5 de Mayo y la avenida 11 Sur.
“OBRAS DE RELUMBRÓN”
El diputado Gabriel Biestro Medinilla anunció que se prepara un exhorto a nombre del Congreso del Estado para que el Ayuntamiento de Puebla detenga la remodelación del Centro Histórico.
Reconoció que más allá del exhorto al ayuntamiento, el Congreso no puede hacer nada, tomando en cuenta la autonomía municipal, pero confió en que “el ayuntamiento entrará en razón y se echará para atrás”.
Sin calificar las intenciones de tinte electoral que tenga la presidente municipal, el coordinador de la bancada de Morena en el Congreso se dijo en contra de las obras faraónicas o de relumbrón.
“No obedece a algún plan o proyecto de desarrollo y no dimensiona la realidad económica y social”, agregó en conferencia de prensa.
Resaltó que este proyecto no se ajusta a los principios de la cuarta transformación que abandera el presidente, Andrés Manuel López Obrador, porque es producto de “una ocurrencia” que no cuenta con el respaldo de la ciudadanía.
Señaló que este plan tiene inconsistencias como el que no se haya dado a conocer aún el proyecto ejecutivo y no cuente con los permisos del Instituto Nacional de Antropología e Historia, además de que la licitación aún está en proceso.
Consideró que este es el peor momento para obras en el centro histórico, porque impedirá la reactivación del comercio y la recuperación de empleos y detendrá la derrama económica, producto del turismo por las fiestas patrias, temporada de muertos y Navidad.
Destacó la importancia de llevar esa inversión en obras a las colonias populares y juntas auxiliares que tienen más necesidades de alumbrado, drenaje y pavimentación.
PLAN A CIEGAS
Los regidores del G5 consideran que debe postergarse la remodelación del Centro Histórico hasta que comparezcan los titulares de las áreas que integran el proyecto y el beneficio social a la ciudadanía.
La presidenta de la Comisión de Arte y Cultura, Marta Ornelas, señaló que citarán a los secretarios de Infraestructura, Gerencia del Centro Histórico y de Turismo y Movilidad a comparecer para conocer la argumentación social y técnica en que se soporta el proyecto.
Ornelas Guerrero aseguró que respaldan a los que están en contra de la obra porque se quiere hacer en la opacidad y no es el momento de realizarla porque provocará el cierre definitivo de comercios que reabrieron después de cinco meses por la pandemia de COVID-19.
“Hay respaldo (para el diputado Gabriel Biestro) pero también a todos aquellos que estén en contra del proyecto porque no tenemos información del plan de remodelación. Es muy irresponsable que se haga algo así a ciegas”, sentenció la regidora, en conferencia de prensa en línea.
Asevero que es insensible el ayuntamiento el realizar esta obra sin consultar a los comerciantes, ya que hundiría la actividad económica de la zona.
La regidora Libertad Aguirre Junto comentó que la Comuna se está equivocando al invertir en este proyecto cuando hay otras necesidades que atender, puesto que lo que necesitan los empresarios es liquidez y no que tengan que volver a cerrar negocios por obras innecesarias.
“UNA LOCURA”
Los empresarios preguntan por qué este proyecto de la presidenta municipal Claudia Rivera no se hizo durante el lapso en que los negocios del Centro Histórico cerraron por la crisis sanitaria y en cambio se decida iniciar en plena reactivación comercial, lo cual forzará el cierre de calles y frenaría la recuperación económica de los dueños de establecimientos.
El 20 de abril, el ayuntamiento tomó la decisión de cerrar el tráfico vehicular del primer cuadro de la ciudad para evitar aglomeraciones, afectando a los más de 10 mil comercios de la zona que aún se encontraban abiertos y que ya empezaban a sentir la crisis económica.
El líder de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en el estado, Marco Antonio Prósperi Calderón, consideró que no es buen momento para llevar a cabo esta obra.
“Venimos cerrados cuatro meses y cerrar el corredor comercial más importante de la ciudad en la temporada más fuerte, es una locura”, enfatizó el empresario.
Por su parte, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) en Puebla, Ignacio Rodríguez Pacheco, aseveró que se acaba de iniciar la reactivación económica, por lo que muchos negocios asentados en el centro tienen muchas deudas que pagar y un cierre sería “un duro golpe”.
“Necesitamos más tiempo y eso si no se retrasan las obras, deberían de hacerlo después, el siguiente año”, consideró.
En el mismo sentido, Manuel Domínguez Gabián, presidente de la Asociación Poblana de Hoteles y Moteles, sostuvo que, si la obra ya estaba planeada con anticipación, se pudo haber realizado en los meses que estuvieron cerrados, no ahora cuando apenas inicia una reactivación económica y a medias, puesto que les afectará de manera importante.
ARRASA LA PANDEMIA CON EL COMERCIO
En Puebla capital, la creación de nuevos negocios cayó 90 por ciento de abril a julio, al abrir 51, cuando en esos mismos meses de 2019 se crearon 550 empresas. En marzo pasado se abrieron 140 negocios y en abril solamente 14, de acuerdo con las estadísticas de la Plataforma Nacional de Transparencia.
De abril a agosto, Puebla capital no tuvo registró de nuevas sociedades, mientras que en el mismo periodo de 2019 se reportaron cuatro, de acuerdo con el Registro Nacional de Inversiones Extranjeras del gobierno federal.