Alejandro Madrid / EFE
Inverosímil. De esa forma acaba el paso invicto de 26 partidos de Novak Djokovic, número uno de la Asociación de Tenistas Profesionales.
En rabieta, que las reglas de este deporte consideran negligencia, pierde un punto, se acerca a mitad de cancha y, sin fijarse, tira una pelota que pega directo a la garganta de la jueza de línea que va al suelo con gesto y tos de ahogamiento.
El serbio se deshace en disculpas, pero la decisión es clara: descalificado. Su marcha rumbo al título 18 de Grand Slam se corta en seco en el Abierto de Estados Unidos.
El castigo similar más reciente fue en 2017 para Denis Shapovalov de Copa Davis; lo mismo: frustrado, mandó un cañonazo que golpeó al juez de silla en un ojo.