Por: Alejandro Cañedo Priesca
Hace unos días terminé de leer la biografía autorizada de Amancio Ortega, propietario de la empresa Inditex y fundador de las tiendas Zara.
Con una amena y ágil redacción, Carolina O’Shea describe la vida de uno de los empresarios más grandes e importantes del mundo. Amancio, además de ser de costumbres sencillas y de perfil bajo, ha sido un viajero permanente y, bajo el gusto de observar la vida cotidiana, regresaba a su tierra a desarrollar prendas basadas en su percepción, logrando hacer de la moda un producto asequible para miles de personas.
En los años 70, al abrir su primera tienda, la nombró “Zorba” en honor al personaje de la película Zorba El Griego, la producción británico-griega de 1964 en la que se relata las contradicciones y la tensión entre dos personajes que representan a su vez el conflicto humano entre la pasión y la razón.
Al poco tiempo, Amancio descubrió que cerca de su tienda, en la ciudad gallega de La Coruña, había un bar con el mismo nombre, por lo que decidió cambiar el suyo por el de “Zara”, que combinaba con Zorba y que ahora es una de las marcas más populares del mundo.
Dentro de la película, se presenta un baile interpretado por el protagonista, el famoso actor estadounidense Anthony Quinn, que se ha convertido en un icono popular tan fuerte que ha logrado que muchas personas viajen a Grecia. Este baile es conocido como “Zorba El Griego” y puede encontrarse en las redes sociales, ya que es en los últimos años parte de muchos espectáculos callejeros (flashmobe, incluso).
Esto nos lleva ahora a visitar Grecia y más específicamente Atenas, la ciudad de las artes, ciencias, cultura y política que fue la mayor influencia que haya habido en la historia del mundo antiguo. Uno de los puntos más reconocidos y visitados es El Partenón, el principal edificio del conjunto arquitectónico de la Acrópolis y símbolo de la belleza de la época clásica de Grecia, entre los años 447 y 432 antes de nuestra era.
Por la tarde, pasear por el barrio de La Plaka, que es el más antiguo de la ciudad, puede hacernos sentir que viajamos ESPECIAL a otras épocas y a través de sus callejuelas y pequeñas calles, conocer parte de la vida cotidiana, que aunque también pasan muchos turistas, de la misma forma hay locales para disfrutar el tiempo libre.
Y si algo muy bueno tiene este país es la comida, un viaje gastronómico por Grecia permite disfrutar tzaziki, que es una salsa de yogurt, jugo de limón y eneldo o un plato de muzaka, posiblemente la comida griega más famosa, que es un gratinado de carne picada y berenjenas con salsa de tomate y berenchel o los gyros elaborados con pan de pita o el souvlaki, que son brochetas de carne de ternera, cerdo o pollo. Viajar al país de Grecia es una explosión de los sentidos que permitirá recordar siempre. Viajemos juntos.