El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sigue sin descanso en su derribo de la era Trump. Este jueves fue el turno de resucitar uno de los programas más detestados por el anterior mandatario republicano y por los congresistas republicanos: el creado por Barack Obama para ofrecer cobertura sanitaria a quien no se lo puede pagar, más conocido por su término despectivo: Obamacare.
Para revertir el “daño” que hizo el anterior presidente republicano -quien no logró abolirlo en más de 70 votaciones en el Congreso, pero lo dejó muy debilitado-, Biden firmó una serie de reglas para que puedan acceder a un seguro médico quienes lo han perdido durante la pandemia por haberse quedado sin empleo y también quienes nunca han tenido un seguro y ahora desean adquirirlo.
Con la medida de Biden, los estadounidenses tendrán tres meses -entre el 15 de febrero y el 15 de mayo- para comprar sus seguros a través de la web HealthCare.gov, el portal del Gobierno federal creado al amparo de la reforma de Obama y que permite acceder a seguros a un coste menor que en el mercado normal.
16 MILLONES DE BENEFICIADOS
La Casa Blanca rechazó dar una cifra sobre el número de posibles beneficiarios; pero, según datos de la organización sin ánimo de lucro Kaiser Family Foundation, unos 16 millones de personas podrían reunir los requisitos para aprovecharse de la medida de Biden.
«No estoy iniciando nada nuevo, no se trata de ningún nuevo aspecto de la ley. Esto sirve para volver a la situación anterior (al gobierno de Trump)”, dijo Biden, quien como vicepresidente de Barack Obama (2009-2017) ayudó a diseñar las políticas sanitarias que luego intentó desmantelar el ya expresidente.
En EU, donde la salud no es un derecho, más de la mitad de los ciudadanos accede a la asistencia sanitaria a través de su empleo, de manera que quienes no pueden conseguir un seguro a través de sus trabajos, corren el riesgo de contraer enormes deudas para pagar sus gastos médicos.
DINERO A GRUPOS PROABORTO
Asimismo, el mandatario demócrata firmó un decreto para revertir una orden de Trump que negaba el uso de fondos del gobierno federal para subvencionar a grupos que practiquen o asesoren sobre el aborto en el extranjero.
Los detractores de la medida alegan que dejar de financiar abortos en países sin recursos dispara los casos de abortos ilegales y de muertes de mujeres.
Con información de La Crónica de Hoy