Al pie de la letra
Rodolfo Rivera Pacheco
Pues ya. Se cumplió un año de que se detectó el primer caso de coronavirus en México. Nunca sabremos si fue realmente el primero ni quién fue el portador real que empezó a contagiar a todo mundo. Pero el hecho es que el maldito virus entró a nuestro país y nos cambió la vida a todos.
Se acabaron las clases presenciales.
Quebraron restaurantes. Cerraron comercios. El turismo se vino abajo junto con hoteles y aerolíneas. Industrias se detuvieron y dejaron de producir. El desempleo fue creciendo y con él bajó el consumo. La gente dejó de comprar coches, ropa, zapatos… y los que tienen un poco de capital prefieren ahorrarlo para como se ve la situación. La mayoría sólo gasta en comida y la economía se detuvo en general.
Los gobiernos han intentado de todo para tratar de manejar la situación, pero ninguno en el mundo estaba preparado para esto. Izquierdas, derechas y centros no han podido con la pandemia. Estados Unidos de América y Norteamérica, todo Europa, todo Medio Oriente y todo Sudamérica no han podido parar al maldito COVID-19.
Sí, China (donde surgió el maldito bicho) supuestamente “detuvo” los contagios y muertos, aunque todos sabemos que es una dictadura y jamás sabremos realmente cuáles son sus cifras reales. En Japón y Corea del Sur sí lograron detener la pandemia… pero son territorios cuasi aislados con poblaciones muy disciplinadas (en Japón era común, antes de la pandemia, que cualquier persona que siente gripa o influenza use cubrebocas si sale a lugares públicos… para ellos no fue novedad que todos debieron usarlo).
Pero fuera de esos países (o bien lugares a donde no va nadie como Mongolia o algunos países africanos o muy pequeños), en todo el mundo se esparció el virus y los contagios fueron aumentando. Y los muertos. Hoy hay casi 2 millones 600 mil fallecidos por COVID en el mundo. Ya son muchos más que la mayoría de conflictos bélicos del mundo.
En México simplemente no se pudo manejar la pandemia. Medio mundo culpa a López Obrador de que “ha manejado mal la crisis”… pero entonces también la manejaron mal los presidentes de Estados Unidos, de Brasil, de la India o cualquier gobernante europeo (España, Italia, Francia, Gran Bretaña, Rusia, Turquía y un largo etcétera). Y son poblaciones preparadas y con altos ingresos.
Sí, desde luego que a todos nos reventó que el presidente de México no usara cubrebocas y minimizara la crisis una y otra vez. Pero eso no es el motivo fundamental por el cual crecieron los contagios. Crecieron porque los mexicanos no estábamos preparados para el encierro y por nuestro cultural rechazo a las normas y restricciones.
A un mexicano le dices que no se puede hacer tal cosa y representa un reto lograrlo. No sé la razón, pero seguro está en nuestro centenario mestizaje, traumas existenciales de conquistados, racismo socio cultural y un sinfín de razones que combinadas dan como resultado nuestra mexicana antropología. Hay que releer quizás El Laberinto de la Soledad de Paz o cualquier tratado de psicología del mexicano (el de rigor de Díaz-Guerrero, pero hay cosas muy interesantes más actuales).
El hecho es que en nuestro país no se detienen los contagios. Por una combinación de cultura y terrible círculo vicioso de una economía en crisis, los mexicanos salimos a ganarnos la vida y hoy, aunque sabemos del peligro del contagio, lo desafiamos en una loca carrera basada en el azar y por desgracia nos acostumbramos a la muerte de conocidos y familiares.
En fin. La realidad es que aunque ya bajaron un poco los contagios (ya no son los más de 20 mil que hubo varios días de fines de enero y principios de febrero, pero siguen en los 8 mil diarios) y ya hasta está en semáforo amarillo la mayoría de estados, los muertos siguen (llevamos más de 185 mil… en cifras oficiales, pero seguramente son muchos más) y la situación no está para nada controlada.
La única esperanza es que las vacunas empiecen a surtir efecto. Y seguramente bajarán un poco los contagios aunque ya hay nuevas cepas del bicho y dicen que las dosis no serán efectivas para las mutaciones del maldito virus.
Creo que vamos para muchos meses más de altibajos. Conforme haya confinamiento, naturalmente bajarán contagios… pero eso provoca salida nuevamente de todos y nuevo aumento de personas infectadas. ¿Parará este cuento que parece interminable? Ojalá. Y que las vacunas sean mucho más efectivas cada vez.
Por lo pronto, a un año del inicio de esta pesadilla… la verdad es que no hay buenas noticias aún. Y faltan 100 días para las elecciones.
¿Saldrá la gente a votar? Luego les platico de eso. ¡Plop!
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