Después de la polémica que desató la columna escrita por Charles M. Blow en The New York Times, en la que criticó duramente a personajes de Looney Tunes, como Pepe Le Pew, por normalizar la cultura de la violación, y Speedy González, por racismo, Luis Flores, psicólogo del Instituto de Neurociencias de Puebla, explica que no existe un acuerdo entre psicólogos acerca de que un niño aprenda conductas a partir de contenidos televisivos.
El especialista aseguró que, más que copiar y repetir las conductas de la ficción, los niños tienden a imitar las conductas repetitivas de las personas que están a su alrededor.
Explicó que las características personales de los menores, como actitud, temperamento y personalidad, definen qué tanto se involucran o identifican con un personaje; en tanto que la conducta adquirida, aprendida de padres y personas cercanas, y el entorno, deben tener gran carga de valor moral, como respeto, dignidad y tolerancia, para incidir en la forma en que el niño asimila el contenido televisivo.
Ante el libre acceso que los niños tienen a los aparatos electrónicos, el especialista recomendó limitar su uso, establecer reglas en la casa e integrar otro tipo de juegos, como los de mesa, que requieren atención, memoria y planeación, a diferencia de la televisión, que sólo permite observar y no interactuar. Asimismo, aconsejó hablar con los infantes acerca de las diferencias entre lo que es real y lo que no.