Mariana Flores
El gobernador del estado, Miguel Barbosa Huerta, informó que desde la Subsecretaría de Derechos Humanos y el Consejo Jurídico, se elaborarán una serie de lineamientos para regular el funcionamiento de los Centros de Rehabilitación para el tratamiento de personas con problemas de adicción a las drogas.
Lo anterior, tras reconocer que estos “anexos” se han convertido en una especie de escondites para delincuentes, que ingresan con motivo de problemas con adicciones para evitar su detención; además de que muchos funcionan en la clandestinidad.
Y es que el pasado viernes 11 de junio, un hombre murió luego de ser golpeado brutalmente por los encargados de un anexo en Tepeaca al que había ingresado días antes por problemas de adicción.
Gravemente herido, fue abandonado sobre la vía pública y posteriormente trasladado a un hospital, donde murió como consecuencia de las lesiones.
Pese a afirmar que la regulación de estos lugares corresponde a la Dirección de Protección contra Riesgos Sanitarios (Depris), el mandatario dijo que se proponen 83 lineamientos para regular, supervisar y medir los abusos al interior de los anexos.
EN LO QUE VA DEL AÑO, TRES CASOS
Tres personas han muerto presuntamente por el maltrato y golpes que recibían al interior de estos anexos.
El primero tuvo lugar el pasado 6 de abril en el Centro de Rehabilitación “La Piedad”, ubicado en la colonia Lomas de San Miguel, en la capital poblana. Alan Jafer, de 21 años de edad, murió camino al hospital luego de que presentaba diversos golpes en el cuerpo.
Del caso se abrió una carpeta de investigación en contra de los encargados del anexo, que una semana después, fue desalojado.
El segundo evento de este tipo ocurrió el 13 de abril cuando un hombre de 41 años de edad, falleció en el Hospital de Traumatología y Ortopedia, derivado de lesiones provocadas por golpes que supuestamente recibió al interior del anexo “Puerta a la vida” ubicado también en el municipio de Puebla.