Es relativo
Lic. Guillermo Pacheco Pulido
Hace miles de años – son demasiados- que en la humanidad se viene hablando de la pobreza y desde luego de os pobres y de la igualdad entre los seres humanos.
Lo anterior se debe a que un amigo abogado nos platicó a varios abogados que lo fue a ver en consulta un señor, para que demandara a otra persona para que le devolviera su dinero con el que le compró una casa, unos aretes y un anillo, porque la casa y las alhajas estaban embrujadas y como consecuencia de ello, había chocado su coche, dejó de vender en su tienda por ausencia de clientes y su esposa le pidió el divorcio, además al demandar lo señalado le debía agregar el abogado el pago de los daños y perjuicios causados a su coche y a su negocio.
Entre una de tantas soluciones se dice que las desigualdades entre los seres humanos se debe no a la naturaleza, sino a la economía; porque la naturaleza nos hace iguales.
Acaba de editarse un libro “La economía de las desigualdades”, “Cómo implementar una redistribución justa y eficaz de la riqueza” del autor Thomas Piketty, quien con sus propuestas, se dice, está sacudiendo al mundo del análisis y el pensamiento económico social.
Piketty nos dice que las desigualdades se han intensificado durante las últimas tres décadas, sin tomar en cuenta, esta presente época del coronavirus que aumentó la pobreza y redujo a la llamada clase media incrementando también la miseria.
Esto es una realidad que no tiene que ver con sistemas considerados de derecha o izquierda, sino con el estado de la economía mundial.
Se debe pensar que la desigualdad es un obstáculo para el desarrollo de los seres humanos y los países.
Que se debe dentro del mismo campo económico respetando las libertades, encontrar y establecer juntos sistemas de distribución.
La desigualdad es un tema polémico ancestral, que con simpleza podemos decir, ni la regla general, que la naturaleza y la ley nos hacen iguales, pero la economía nos hace muy desiguales: entonces la solución está en la economía. La igualdad desde luego es un derecho, pero estimo que no hay ser humano que alcance, haga lo que haga, a convertir los hechos en realidad.
La economía crea pobres, clases medias, y a los dueños del capital; si se reduce económicamente la pobreza, se aumenta la clase media con cierta fortaleza y a la productividad y al consumismo.
Seguimos discutiendo sobre la desigualdad en el mundo y en nuestro país, no deja de ser un tema complejo; Pero insisto es tema que va más allá de los “ismos” capitalismo, socialismo y comunismo; tema que no debe alejarse del campo estrictamente económico.
Este tema me recuerda a Juan Jacobo Rousseau a más de sus trescientos años de nacimiento (Junio 1712) quien sigue aún vigente en su pensamiento social y económico.
Nació en Ginebra, Suiza, era escritor, pedagogo, filósofo, músico, botánico, naturalista, dramaturgo, enciclopedista, politólogo, ensayista y también un crítico musical.
Entre muchas de sus obras nos legó los libros intitulados “Pigmaleon”, “El contrato social”, “Emilio, o de la educación”, “El discurso sobre las ciencias y artes”, “Confesiones”, “Julia o la nueva Eloísa”, “Discurso sobre el origen y fundamento de la desigualdad entre los hombres”.
Entre las frases importantes que se desprenden de sus obras están:
“Renunciar a la libertad es renunciar a la cualidad de hombre, a los derechos de humanidad, incluso a los deberes”.
Rousseau definió los principios básicos de cualquier sistema democrático, con nuevas teorías y modelos de pensamientos. Propuso al derecho como la principal fuente de orden en la sociedad, establece la libertad como valor moral, construyó además una percepción particular del ser humano.
Nos dijo que la educación es el proceso de adquisición del conocimiento que se da mediante la dualidad de enseñanza y aprendizaje. Educación como base de la libertad y abolición de la pobreza.
En fin, hablar de pobreza, de su combate, no lleva a los análisis más reales y serios sobre economía sin perder el sentido del humanismo.
La pobreza en realidad tiene su principal fuente en la economía, esta, llámese como se llame, debe revisarse, no ponerle adjetivos o nombre, es “a secas” “la economía” con sus leyes; éstas en lo posible se deben revisar y adecuar tendiendo a la satisfacción plena de las necesidades de los seres humanos con respeto a su dignidad y a sus libertades.
“El hombre es bueno por naturaleza, pero es corrompido por la vida social y por el lujo”.
Rousseau es un intelectual que es discutido, pero hay que entender el fin de sus técnicas a favor del ser humano, luchó contra la pobreza y a favor de la libertad natural del hombre.
“Solo el ciudadano tiene derechos como la libertad, igualdad y la propiedad”.
Hay que leer y estudiar a Juan Jacobo Rousseau para dimensionar su tendencia contra la desigualdad y la pobreza.
Finalmente como justo reconocimiento Rousseau fue enterrado como héroe nacional en el panteón de París.
El tema de la desigualdad es un tema social; todos los seres humanos en este tema tenemos la esperanza de combatir la desigualdad, porque en todas las fases de la tierra el sol sale para todos; no puede entrar este tema en el campo político. En México en la Constitución se crearon los derechos sociales que obligan al Estado a establecer mecanismos para que todos puedan llegar a tener las satisfacciones humanas como casa, educación, salud y alimento. Esto es un verdadero esfuerzo de todos los mexicanos para apoyar a los que necesitan de esos satisfactores.
No llegaremos a la igualdad deseada, porque como dice el realista y optimista: La perfecta igualdad sólo existe entre los muertos.