El plan de infraestructuras del presidente estadunidense, Joe Biden, recibió este miércoles en la noche el respaldo del Senado, que votó a favor de debatir la iniciativa después de semanas de tira y afloja entre demócratas y republicanos.
El resultado muestra la voluntad de los dos partidos de aprobar una de las iniciativas más importantes de Biden, que busca invertir aproximadamente un billón de dólares (billón español, no estadunidense) a lo largo de 8 años en la reconstrucción de carreteras, puentes, ferrocarriles, puertos y aeropuertos para mejorar el maltrecho y desgastado sistema de infraestructuras del país.
En concreto, el plan de Biden superó un voto de procedimiento con 67 votos a favor y 32 en contra, lo que significa que el debate se centrará ahora en el contenido de la iniciativa.
Fue necesario que varios senadores republicanos votaran a favor del proyecto porque los demócratas tienen una estrecha mayoría de 50 escaños, una cifra insuficiente para aprobar la medida por sí solos. En la mayoría de casos, se necesitan 60 votos.
Este miércoles en la mañana los republicanos anunciaron que habían llegado a un acuerdo con los demócratas y con la Casa Blanca para desbloquear el plan de infraestructuras.
El cambio es especialmente relevante, dado que hace solo una semana los republicanos del Senado bloquearon de manera unánime el plan de Biden y ni siquiera accedieron a debatir la iniciativa durante una votación clave.
En un comunicado, Biden dio la bienvenida al acuerdo y consideró que muestra al mundo que la democracia estadunidense puede funcionar y hacer «grandes cosas».
Hace un mes, Biden y un grupo de 22 senadores demócratas y republicanos anunciaron a bombo y platillo fuera de la Casa Blanca que habían llegado a un acuerdo, pero más tarde las negociaciones se complicaron, especialmente por las reticencias de los republicanos sobre cómo se financiará la inversión en infraestructuras.
Actualmente, el plan está valorado en aproximadamente un billón de dólares a lo largo de 8 años, de los que 550 mil serán para nuevos proyectos, según detalló la Casa Blanca este miércoles.
En marzo, Biden propuso una inversión de 2.3 billones pero la Casa Blanca tuvo que rebajarla ante las críticas de los republicanos.
Fuera del pacto quedó la llamada «infraestructura humana», que es necesaria, por ejemplo, para reabrir los centros de educación para niños que han cerrado durante la pandemia, así como para combatir la pobreza, la crisis climática y expandir «Medicare», un programa de cobertura sanitaria para las personas mayores de 65 años.
Esos puntos están ahora incluidos en una iniciativa legislativa diferente. Se trata de en un paquete de gasto social de 3.5 billones de dólares que los demócratas quieren impulsar en solitario a través de una fórmula legislativa conocida como reconciliación, que permite aprobar un proyecto de ley con mayoría simple de 50 votos, en vez de los 60 que hacen falta habitualmente. (La Crónica de Hoy)