En 1902, Guillermo Spencer lo introdujo al Instituto Metodista Mexicano, donde se dio el primer juego no oficial.
Este dato es parte de la herencia del hoy Instituto Mexicano Madero, cuyo origen fue el orfanato fundado en 1874, en Ciudad de México, por Guillermo Butler y Clementina R. de Butler, misioneros Cristianos Metodistas de Estados Unidos de América del Norte.
Pero en 1876 fue trasladado a la capital poblana transformándose en Seminario de Teología y Escuela Preparatoria, impartiendo enseñanza de primaria, secundaria y normalista hasta 1893.
Un año después se convirtió en el Instituto Metodista Mexicano, hasta 1927 que se vuelve el Instituto Mexicano de Maestros y en 1934 adopta su actual nombre.
Allí, en la 17 Poniente y 5 Sur, botó por primera vez el balón en México y es parte de los 145 años de historia de la institución.
Foto: Mediateca INAH