Mario Galeana
El ghosteo es una de esas nuevas palabras en el glosario de las relaciones que Pablo Balderas tuvo el infortunio de experimentar. Pero también es la razón por la que se exhibirá por primera vez el cortometraje de un poblano en el Festival de Cannes.
Ghostear es desaparecer, esfumarse, hacerse fantasma en medio de una relación o de una posible relación. Quizá antes ocurría con la misma frecuencia, pero ahora la doble palomita en WhatsApp hace que sea difícil pensar en otra cosa.
Pablo Balderas (Puebla, 1994) lo sintió así:
“Fue una experiencia muy impactante, esa ausencia que sientes cuando no tienes las cosas claras, cuando existe esa falta de comunicación”.
Hace dos años, después de experimentarlo, escribió la historia de una pareja que sale cada tanto hasta que uno de los dos se convierte en un fantasma caricaturesco, con sábana y dos huecos en la sección de los ojos.
Reunió a un grupo de 13 amigos, filmaron durante cuatro días en Guadalajara –adonde se mudó para estudiar la licenciatura en Artes Visuales– y antes de que terminara el 2021 tenía un cortometraje de 15 minutos titulado De la nada.
Resumirlo de ese modo lo hace parecer más sencillo, pero Balderas tuvo que poner los ahorros de su vida y pedir algún préstamo sólo por el hecho de contar una historia.
“Creo que todo se lo debo a mi equipo de trabajo, porque ninguno –salvo los dos actores– recibió un pago. El equipo sólo tenía ganas de hacer cine, de ayudar y colaborar. Eso es lo fundamental, las personas que pusieron su trabajo y su tiempo. Uno de los problemas de las convocatorias de fideicomisos para el cine es que pueden pasar años hasta que se concrete algo. Yo quería hacerlo y ya”, cuenta en entrevista telefónica desde Vancouver, donde radica temporalmente.
A Vancouver llegó por las mismas razones que se mudó a Guadalajara: por el cine, sí, pero para explorar otros lugares del mundo.
Cuando terminaron el cortometraje, Balderas y su equipo decidieron enviarlo al Festival Internacional de Cine Guanajuato (GIFF, por sus siglas en inglés) para su estreno.
En junio de 2022, un jurado compuesto por la productora Paola Herrera, el animador Drasko Ivezic y el cineasta Carlos Bolado deliberó que De la nada era ganador de la categoría Mejor Cortometraje Mexicano en la edición XXV del festival.
El premio le fue entregado “por contar una historia clásica de una manera sencilla con una narrativa moderna, clara, ágil e inteligente, contando con buenas interpretaciones y una edición efectiva que rompe la unidad de espacio y tiempo permitiendo ver los distintos puntos de vista de los personajes”, según la descripción del jurado.
El cortometraje resume toda la relación de una pareja en 15 minutos gracias a brincos temporales y transiciones que se conectan a partir de sus propios diálogos. Una exploración narrativa que Balderas quiso experimentar desde la escritura del proyecto.
“Quería explorar ciertas posibilidades de forma narrativa, con una estructura que ocupa las citas entre las protagonistas como brincos en el espacio-tiempo. No es como que nadie lo ha hecho antes, pero no se ha hecho mucho. Yo tenía estas ganas, esta necesidad de buscar nuevas formas”, explica.
“De la nada” es el tercer proyecto de Pablo Balderas que obtiene un reconocimiento, pero es el primero que lo llevará a Francia.
Por ser ganador en el GIFF, el cortometraje será exhibido en el Festival de Cannes del 16 al 27 de mayo. Y su director fue invitado para presentarlo.
“Es una gran oportunidad de estar ahí, en la sección de industria y mercado, porque es donde voy a poder tener chance de buscar financiamiento privado, o alguna coproducción, en general para realizar conexiones con gente que pueda estar interesada”, explica.
Ahora mismo, Balderas se encuentra buscando financiamiento para su primer largometraje de ficción, que tiene planeado grabar en Guadalajara a su regreso. Dice que eventualmente le gustaría filmar una historia de ciencia ficción ambiente en México, un género inusual en la cartografía nacional del cine precisamente por los costos que implica.
“En general, creo que lo bonito es lograr que estas historias salgan solo por las ganas de crear y contar”, concluye.