Como un golpe catastrófico para el atletismo poblano, así calificó a la pandemia por coronavirus el presidente de la Asociación Poblana de Atletismo, José Manuel Vázquez, quien reveló que antes de la suspensión de todo evento deportivo, varios corredores se preparaban para competencias nacionales e internacionales, incluso clasificatorio a Juegos Olímpicos, mientras que otros trotadores simplemente se quedaron sin su fuente de dinero.
Antes del inicio de la cuarentena en marzo, la selección poblana se alistaba para participar en los Juegos Nacionales de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) –antes Olimpiada Nacional–, con nombres destacados como el velocista Gerardo Lomelí, quien también tenía la mente puesta en el Mundial de Kenia en julio, además de ser parte del revelo mexicano de 4×100 que estaba en búsqueda de un boleto a los olímpicos, pero ahora todo está en stand by.
“Fue catastrófico para los jóvenes porque pararon por completo su entrenamiento, traían una preparación ya específica para ir a los campeonatos nacionales y para buscar algún boleto a campeonatos internacionales y de repente los paras en seco, sin poder salir a las pistas para entrenar o hacer sus repeticiones en los gimnasios, por lo que los entrenadores tuvieron que innovar con algunos ejercicios mediante plataformas en línea, pero no es lo mismo, el metabolismo y la fuente de oxigenación es diferente, tuvimos que hacer una pausa de 80 por ciento del trabajo específico”.
“Ya el profesor Pedro Tanis (entrenador de la selección poblana) está haciendo su planificación con Gerardo Lomelí para poderlo mantener en forma para que en su momento llegue con la mejor disposición física para recuperar su calidad de atleta de primer nivel, ya estaba muy cerquita de las marcas para el mundial, pero tendrá que reiniciar y esperar también que lo vuelvan a convocar al equipo de relevos que buscaba el pase a los olímpicos”, dijo.
Pero los problemas no solo han aparecido para los que compiten representando al estado y al país en busca de la gloria, ya que también están los corredores que tienen en el running su forma de ganarse la vida.
Al respecto, Vázquez reveló que hay un buen número de marchistas poblanos que se sostienen económicamente de los premios que ganan en las carreras que participan en diversas partes del país, por lo que, ante la suspensión de los eventos al aire libre, las pérdidas van desde los 5 mil hasta los 30 mil pesos, dependiendo la asiduidad de las competencias y la calidad del deportista.
“El ingreso aproximado de los corredores es de mínimo 5 mil pesos mensuales, porque lograban ganar una carrerita de 5 ó 6 mil pesos, o algún tercer lugar de mil o quinientos, además de que hay quienes hacen su grupo de corredores y cobran por entrenamientos.
Pero los de élite tenían ingresos de entre 20 y hasta 30 mil pesos al mes. Ahora con las suspensiones, pues si lograron ahorrar hicieron muy bien, pero hay quienes viven al día y para ellos está complicado”, agregó.
Aunque aseguró que a la asociación no ha llegado ningún caso de algún corredor contagiado por coronavirus, aceptó que se ha quedado imposibilitado de poder brindar apoyo económico a aquellos que atraviesan una difícil situación, ya que el ingreso que el organismo generaba era justamente a través de las carreras que se hacían en Puebla y pedían su aval.
“Afortunadamente hasta el momento no tenemos ningún caso de corredor contagiado, incluso tenemos algunos que son desobedientes y que salen a correr, pero justificándose con artículos sobre investigaciones que señalan que es recomendable hacerlo en zonas remotas para oxigenarse y estar en contacto con la naturaleza, lo que sí no está recomendado es ir a un gimnasio cerrado. Nosotros les hacemos la recomendación de no salir porque las autoridades sanitarias así nos lo recomiendan, no estamos incentivando que todos salgan a correr, sino que respetamos a cada uno de ellos y los que lo han podido hacer han estado al cien sin ningún problema médico y eso nos da gusto”.
“Económicamente les hemos ayudado muy poco, lo mínimo, la verdad, porque esta asociación vive de eso, de apoyar y captar recursos de carreras de ruta, de realizar este tipo de eventos, porque una partida se queda para la asociación para seguir operando y la otra para poder apoyar a los atletas y pues ahora no tenemos la forma de hacerlo. Hay corredores que suben videos a algunas plataformas para pedir ayuda para sus compañeros y así van recaudando fondos, porque ha sido catastrófico para varios de ellos”, apuntó.
Y ya pensando en la vida post coronavirus, el presidente prevé que podría ser en septiembre u octubre cuando se pueda organizar en Puebla de nuevo una carrera, aunque sería con medidas estrictas como una importante reducción de competidores, uso obligatorio de cubrebocas e incluso vitaminas en las bebidas hidratantes.
“El regreso a la actividad se tiene que hacer paulatinamente, estamos pensando que a partir de septiembre u octubre podamos empezar ya a hacer algunas carreras con el debido cuidado, con sus restricciones, como el cubrebocas o máscaras de oxigenación, la hidratación con vitaminas, medición de temperatura corporal y sobre todo la cantidad de atletas, ya no convocaremos a 3 mil o 4 mil corredores sino será con cierto número de espacios, tal vez con 500 o 400 corredores, además de ofrecer cursos en línea para que runners se vayan orientando de los cambios que se vienen”, señaló.
Bajo esa idea, consideró que el Maratón de Puebla, que en 2019 convocó a más de 20 mil participantes, sí podría realizarse este año, pero solo con variaciones en su convocatoria, por lo que recomendó que para esta edición se eliminen las categorías de 5, 10 y 21 kilómetros, para dejar únicamente la distancia de maratón, de 42.195 kilómetros.
“Yo creo que por la masividad sería complicado, probablemente tendría el Inpode y el gobierno estatal la oportunidad de convocar el maratón, que no se convocara 5,10 y 21 kilómetros, y yo creo que sí podría realizarse, pero eso ya no depende de nosotros, aunque ojalá lo pudieran retomar así, porque tenemos que regresar a la vida normal, tenemos que adaptarnos a este nuevo virus porque no se va a ir, llegó para quedarse y nosotros tenemos que adaptarnos porque somos más fuertes y los poblanos más”, apuntó.