Es relativo
Lic. Guillermo Pacheco Pulido
Hay que creer en lo que se piensa y sostener lo que se cree. Cualesquiera que sean nuestras fuerzas está prohibido abdicar.
Gabriel García Márquez decía que “el periodismo es el mejor oficio del mundo”.
El periodismo es el esfuerzo constante por ser, en forma justa, veraz y real, el que informe, oriente, opine o discuta sobre el acontecer humano y formar una opinión pública.
La función social del periodista se construye por los caminos de la ética, la moral y la verdad.
Como todos los temas sociales, el periodismo es amplio, importante y trascendente; en especial aquí en Puebla, en donde esta profesión se ha desarrollado con grandeza, construyendo historia.
Existe un libro escrito por un ejemplar jurista y hombre de letras intitulado Los verdaderos ángeles de Puebla; en él, su autor, Manuel Frías Olvera, nos habla de los periodistas que fueron parte de “los forjadores del pensamiento libre”.
Una más de las etapas en que el periodismo nutrió las páginas de su heroica historia.
El autor los denomina además “héroes de la libertad del pensamiento”, y nos menciona los siguientes nombres:
Jesús Olmos y Contreras:
quien aprendió el periodismo en la universidad de la vida. Fundó el periódico El Verbo; creó además el periódico Crisis y luego publicó LaVoz de la Verdad.
Por ser crítico, el 30 de julio de 1895 fue privado de su libertad y al día siguiente apareció su cadáver.
Rafael Alducin: originario de San Andrés Chalchicomula (hoy Ciudad Serdán), fundó la revista El automóvil en México.
En 1915 creó Excélsior, que fue el periódico más moderno e importante y que generó mayores lectores en la vida nacional.
En 1922 instituyó el Día de la Madre; Alducin impulsó la presencia de los periodistas en el desarrollo nacional de México.
Ernesto Bello Martínez: originario de Teziutlán. Creó el periódico El Estudiante cuando tenía 16 años de edad; en 1895 fundó El Correo de la Sierra.
Con el poeta Gregorio De Gante creó La Revista Azul y la revista Hora de Encanto.
Miguel Gil Marín: en 1919 México todavía tenía problemas tras la Revolución.
En el estado se plagió al cónsul de Estados Unidos de Norte América, quien a través de una institución legó su fortuna a la ciudad de Puebla.
Gil Marín no sólo destacó como prolífero escritor, participó en la defensa del país ante la invasión Norteamericana.
Leopoldo Toquero Dimaria: participó en los periódicos El Imparcial, El Tiempo y El Pueblo, convirtiéndose en fundador del periódico El Nacional.
Es plural el ejercicio del periodista en esa época, profesión que se ejerció con responsabilidad y lealtad a la población.
El autor además nos menciona con más datos a los periodistas Manuel R. Leal, Froylán Manjarrez, José Trinidad Mata, Jesús Veana Guevara y Miguel Jiménez Blanca, todos ellos tuvieron una vida periodística no exenta de problemas.
Basta leer sus biografías para encontrar razones para su reconocimiento como “Los forjadores del pensamiento libre”, como se les señalaba en el libro de Frías Olvera, editado en 1976.
De todos podemos señalar que sus pensamientos de lucha no pertenecen a un mundo apagado, sus palabras no fueron suprimidas por el silencio, ni fueron desviados con deshonor.
Tuvieron su época como luchadores de la justicia y libertad.
A todos los aquí mencionados, y aún a los no señalados, les rendimos nuestra pleitesía por haber sostenido sus convicciones defendiendo lo que pensaban y sobre todo que nunca abdicaron de la lucha.