El gobierno estatal de Puebla no filtra documentos ni ordena investigaciones; el fiscal general, Gilberto Higuera Bernal, es “imparcial, objetivo y profesional”.
Esa fue la respuesta del gobernador Miguel Barbosa Huerta, ayer, al extrañamiento que la semana pasada giró a la Fiscalía General del Estado el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Pablo Gómez.
El funcionario federal infirió que la fiscalía poblana filtró a medios de comunicación datos sobre la investigación que sigue der de los diputados federales de Morena; su socio, el director del diario local Cambio, vinculado
a proceso por extorsión y uso de recursos de procedencia ilícita; y el exauditor superior estatal, también preso.
“La indebida revelación pública de la información de inteligencia diseminada por la unidad, en ejercicio de sus atribuciones, ‘puede lesionar el objetivo central que persigue la legislación anti lavado de dinero: la preservación de la estabilidad en el sistema financiero y en la economía nacional. En el extremo, puede constituir un riesgo para la seguridad nacional”, indicó Pablo Gómez.
El mandatario defendió el trabajo de la Fiscalía estatal, la reiteró autónoma, dirigida por “un jurista investigador imparcial y profesional”.
Y aseguró, además, que las revelaciones del caso no proceden de la autoridad investigadora, sino de documentos que se encuentran en manos de otras personas ajenas a la dependencia. “Es un pleito entre primos”, recalcó.