La Aquidiócesis de Puebla dio a conocer que este 1 de noviembre se exponen, en la Catedral, las reliquias de los santos mártires que se encuentran en la Capilla de las Santas Reliquias y en los altares de San José y de San Miguel para que los fieles puedan venerarlas, y así admirar la obra de Dios realizada en ellos.
El horario será de 10:00 a 12:00 Hrs. y de 13:00 a 18:00 Hrs.
La Capilla de las Reliquias aloja restos de algunos santos mártires, particularmente en la urna central, de origen filipino. En los bustos de yeso, elaborados por la academia de las Bellas Artes, contiene las reliquias de los respectivos santos: san Basilio, san Sotero Papa, san Cornelio, santa Catalina de Siena, san Irineo y otros.
Bajo la mesa del altar está una escultura en cera de san Florencio, que contiene huesos de este santo. Las pinturas realizadas por Juan Tinoco (s. XVIII), nos recuerdan el testimonio de santos como san Lorenzo, santa Úrsula, san Pedro y santa Bárbara; además de la hermosa talla en madera del Beato Juan de Palafox y Mendoza, obra del escultor e imaginero madrileño Antonio José Martínez Rodríguez; a la altura de su pecho tiene un relicario con un hueso del beato, la talla porta un báculo de madera con incrustaciones de carey y una mitra que le perteneció, los ornamentos que viste son una casulla, alba y capa pluvial del siglo XVII.
Bajo el altar de san José se encuentra una escultura en cera de san Satrapio, mártir romano de los primeros tiempos del cristianismo, que contiene algunos de sus huesos. También está su lápida, hallada en las catacumbas de Roma. Bajo el altar de san Miguel, se encuentra una escultura de san Herculano mártir, y un ánfora que contiene restos de su sangre. También está la lápida correspondiente, hallada en las catacumbas romanas.
Las reliquias son objetos relacionados a algún santo y pueden ser de tres grados:
Primer grado: un fragmento de su cuerpo.
Segundo grado: un fragmento de su ropa o de algo que el santo usaba durante su vida (rosario, libro crucifijo etc.).
Tercer grado: cualquier objeto que ha sido tocado a una reliquia de primer grado o a la tumba de un santo.
San Agustín afirmó: “Está claro que quien tiene afecto por alguien venera lo que queda de esa persona tras su muerte, no sólo su cuerpo sino partes de él e incluso cosas externas, como sus ropas. Entonces, en memoria de ellos (los santos) debemos honrar sus reliquias, principalmente sus cuerpos, que eran templos del Espíritu Santo”.
En este día celebramos a todos aquellos cristianos que ya gozan de la presencia de Dios en el cielo. Los dos grandes dones que recibimos de los santos son: la ayuda con su intercesión ante el Señor y el ejemplo de su vida.
CRIPTAS DE LOS OBISPOS
El 2 de noviembre, los fieles pueden visitar la Cripta de los Obispos en la Catedral, para pedir por el eterno descanso de quienes fueron los pastores de la Iglesia en Puebla. Esta Cripta se encuentra de bajo del ciprés del Altar Mayor, ahí reposan los restos mortales de 13 de los 35 obispos y 6 arzobispos difuntos que han guiado la Iglesia en Puebla, Fue el beato Juan de Palafox y Mendoza quien ordenó el traslado de los restos de sus predecesores a esta cripta, después de que él mismo reiniciara los trabajos de construcción de la Catedral y la consagrara en 1649.
Podrán ser visitada el 2 de noviembre de 10:00 a 12:00 Hrs. y de 13:00 a 18:00 Hrs.
Entre los obispos sepultados en este lugar se encuentran: Fray Julián Garcés, primer obispo de Puebla (1527-1542), Don Salvador Bienpica y Sotomayor (1790-1802), y los Arzobispos Don Pedro Vera y Zuria (1924- 1944) y los hermanos Don José Ignacio (1945-1950), y Don Octaviano Márquez y Toriz (1951-1975) y los restos mortales de Mons. Rosendo Huesca Pacheco, octavo Arzobispo de Puebla.
En este año en que celebramos el Bicentenario de la Consumación de la Independencia, destacamos que en esta cripta están los restos de Mons. Antonio Joaquín Pérez Martínez, firmante del acta de Independencia, quien falleció el 26 de abril de 1829.
Los restos de los otros obispos se encuentran en diferentes sitios de la Catedral, como el caso de Don Francisco Pablo Vázquez Vizcaíno (1831- 1847), sepultado a los pies del altar de san José con la leyenda “fieles, rogad por mí, pecador”. Los restos del venerable Ramón Ibarra y González, primer Arzobispo de Puebla (1902-1904), descansan en la Capilla de Ntra. Sra. de Guadalupe. Algunos obispos no se encuentran sepultados en esta Catedral ya que fueron trasladados en vida a otras sedes episcopales.