Mariana Flores
Un respiro en forma de vacuna, llegó para 10 mil trabajadores de la salud que permanecen activos en la atención de pacientes contagiados por la COVID-19, que ha cobrado la vida de 6 mil 482 poblanos.
La primera jornada de vacunación contra el coronavirus en Puebla, inició a las 8:00 de la mañana de este miércoles 13 de enero, a 10 meses del primer caso producto de la enfermedad detectado en la entidad.
La enfermera, María del Carmen Vázquez, que labora en el área de urgencias del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), reconoció que aunque ser vacunados es un alivio, aún no es el momento de abrazar a los suyos.
“La vacuna no significa que nuestras medidas las tenemos que dejar, seguimos con medidas. Lo más difícil para mí ha sido recibir a los pacientes en urgencias y no poder hacer nada, no sabes ni qué va a llegar”, dijo.
Comentó que esta primera etapa es un respiro para todo el personal que tiene que continuar ejerciendo su profesión, a pesar del miedo al contagio y a la muerte por la enfermedad. Su compañera, Estela Zárate, quien lleva 21 años de labor, sentenció que es necesario que las personas tomen consciencia y crean en la enfermedad que ya cobró la vida de 100 de sus compañeras en el estado.
“Pues gracias a Dios me siento bien, no presento ninguna reacción, y muy agradecida con este logro de que nos pusieran la vacuna ya que muchos de mis compañeros se han adelantado”.
“Pues es una esperanza de luz para todos nosotros, para todos los humanos porque pues yo creo que es lo que necesitamos una esperanza ya que el año pasado nos fue muy mal”, comentó en entrevista.
El doctor Alir López Contreras, médico urgenciologo de 42 años de edad, de los cuales 13, ha ejercido su profesión, afirmó que lo más complicado después de atender a pacientes con contagio, es llegar a casa y temer contagiar a sus familiares.
“Siento mucha tranquilidad, somos muchísimos compañeros los que estamos aquí y nos da tranquilidad y confort, principalmente porque sentimos que es un apoyo, no podemos bajar la guardia pero estamos todos en la misma línea de batalla”, dijo.
El médico es sobreviviente de la enfermedad y fue de los primeros en ser vacunados en esta primera etapa. “Yo me contagié en mayo. Me tocó atender a algunos compañeros intubados, y a los dos días yo empecé con síntomas. Sin embargo lo que me da gusto es que esos compañeros están bien y están vivos, salieron de la intubación. Pero siempre queda la reserva de las complicaciones que puedan venir”, apuntó.
De acuerdo con su testimonio, la vacuna es indolora. Todos los beneficiados, deben permanecer media hora en observación por alguna posible reacción.