Por: Diana López Silva
Jóvenes que están por graduarse de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) reprobaron que el conflicto legal que atraviesa la institución los esté afectando tanto en su formación académica como en la economía de sus familias, debido a que muchos provienen de otros estados de la República.
En este contexto, los estudiantes demandaron que, independientemente del conflicto legal y las partes involucradas, la universidad regrese a las actividades presenciales o híbridas.
Incluso señalaron que el conflicto legal entre el gobierno del estado de Puebla e integrantes de la Fundación Jenkins y antiguo patronato de la UDLAP, por el supuesto desvío de recursos, tambien ha afectado la economía de San Andrés Cholula.
SIN PRÁCTICAS
Karina, alumna de séptimo semestre de Banca e Inversiones, señaló que, a pesar de que hay clases en línea, la falta de actividades presenciales desde el aseguramiento de la institución por orden judicial le ha afectado en la parte práctica de su carrera, la cual, en su último tramo, se compone principalmente de actividades en la sala de simulación financiera.
Comentó que, a pesar de que su familia vive en la ciudad de Puebla, sufren estrés de no saber qué pasará, porque las puertas de la UDLAP siguen cerradas.
Por ello, exhortó a las autoridades a reabrir la institución para retomar el sistema híbrido, ya que la universidad tiene las condiciones para llevar a cabo las clases presenciales, mientras el conflicto legal se resuelve en tribunales, “pero con la institución abierta”.
ESTUDIANTES, LAS VÍCTIMAS
Paulina, estudiante de séptimo semestre de Asuntos Internacionales que viene de Oaxaca, comentó que el conflicto no sólo la ha afectado a ella y a su familia en lo emocional y lo económico, sino tambien la recuperación económica de los establecimientos aledaños a la UDLAP, pues se redujo la derrama que generaba la comunidad universitaria con sus actividades cotidianas.
Señaló que los estudiantes son las víctimas del conflicto:
“Mi intercambio no lo pude llevar a cabo, porque las universidades no saben quién está a cargo de la administración”.
Por eso, expresó la importancia de que inicien clases híbridas o presenciales, para terminar su carrera de la mejor forma.
NO ES POR LO QUE PAGARON
En el mismo sentido se expresó Fabrizio, estudiante de tercer semestre de Física, quien mencionó que su carrera la ha cursado prácticamente en línea, sin ningún laboratorio o experiencia profesional.
Señaló que todo esto lo ha afectado anímicamente a él y a su familia, por la incertidumbre en su formación, al tiempo de explicar que sus padres hicieron un esfuerzo importante para pagarle la universidad, por su calidad, y al final no recibirá la instrucción que en otra época pudo tener.
“La incertidumbre mata y está en juego el prestigio, las acreditaciones de la universidad; luego venimos y vemos un campus muy triste, y, en lo económico, es un pago que está hecho para venir presencial y no se está llevando a cabo”, agregó.
PAGAR RENTA
Finalmente, Nona, quien cursa el noveno semestre de Nanotecnología y se desplazó desde Querétaro para estudiar en la UDLAP, tambien señaló la urgencia de regresar al sistema presencial o híbrido, al expresar que la institución tiene todas las condiciones técnicas y organizacionales para tal fin.
Explicó que a su familia le cuesta mantenerla en Puebla, por los gastos de comida y renta, por lo que señaló la urgencia de regresar a la actividad presencial, toda vez que está a un semestre de graduarse y lleva un año sin prácticas.
“Las clases han sido en línea y la verdad sí he aprendido mucho, pero la práctica nos hace falta. Yo vivía dentro del campus; todas mis cosas del colegio están ahí adentro, mi ropa, y no la puedo sacar. Tenía beca y ahora tengo que pagar renta”, dijo.