Los juegos entre Puebla y León tienen mucha historia, pues si bien la noche de este domingo se dará uno más dentro de la fiesta grande del futbol mexicano en búsqueda de el último semifinalista del Apertura 2021, también se han presentado en situaciones como en la final de Liga en 1992, pero poco se recuerda el duelo por el descenso que protagonizaron en el Verano 2002, cuando la Franja mandó a la Primera A a los esmeraldas.
Las condiciones en la que chocarán La Fiera y La Franja esta noche en el Nou Camp son totalmente opuestas a las que enfrentaron la tarde de ese domingo 21 de abril de 2002, cuando por la penúltima jornada del torneo regular, ambas escuadras llegaban con la urgencia de un resultado que los salvara del infierno del descenso.
En ese partido que se disputó en el Bajío apareció un personaje que anotó un gol trascendental para la historia de los enfranjados, pero que con el paso del tiempo cada vez se le recuerda menos, pues Rafael Garzón Medina, quien hizo el 3 a 2 con el que el Puebla se salvó de bajar de división y condenó a La Fiera, no tiene el lugar que merece en la historia del club.
EL GOL DE SUS SUEÑOS
A casi veinte años de ese gol, Rafael Garzón platicó con Crónica Puebla sobre los recuerdos que tiene de aquella tarde, a la cual llegó con pocas horas de sueño ya que la noche anterior pudo dormir poco a causa de los nervios por la importancia del partido, y el breve lapso que alcanzó a descansar soñó que se convertía en la figura del encuentro.
“Puebla pasaba por un mal momento, no tenía estabilidad, había tenido muchos cambios de técnicos y eso también nos afectaba a los jugadores porque no te podías ganar la confianza de uno porque en poco tiempo lo cambiaban. Para ese encuentro en León me tocó compartir cuarto con Capetillo y estuvimos toda la noche platicando, dormí poco y lo que alcancé a dormir soñé que metía tres goles y que salía en hombros del estadio”, comentó.
Nacido en Córdoba, Veracruz, Garzón se integró al Puebla buscando el sueño de debutar en Primera División y lo consiguió en 2001 de la mano de Mario Carillo, aunque debido a los malos resultados en el Invierno de ese año, el entrenador fue despedido para darle paso a Tomás Boy, quien apenas estuvo en la banca por unos encuentros del Verano 2002 hasta que se peleó con la afición poblana y lo corrieron para contratar a Ángel Zurdo López, quien se quedaría hasta el final del torneo.
Si bien con el Zurdo en la banca la Franja no caminaba como esperaba, llegó al partido decisivo del descenso ante León con la oportunidad de ganar y así mantenerse en el máximo circuito; sin embargo, el encuentro comenzó cuesta arriba porque para el minuto 60, La Fiera ya estaba arriba 2 a 0.
“Capetillo y yo empezamos en la banca, la verdad veíamos complicado el partido, él me decía que nosotros íbamos a entrar a resolverlo, pero yo no le creía. El Zurdo primero lo metió a él y luego luego hizo diferencia y pudimos empezar a remontar. Después me metió a mi y me empecé a entender rápido con Capetillo, empatamos y cuando estaba por acabar el juego yo me quedé en punta en un tiro de esquina a favor de León buscando el contragolpe y así fue, la pelota la despejó Óscar Mascorro, le cayó a Cape, él me la mandó larga y aproveché mi velocidad para meterme al área, me salió el portero y se la piqué para anotar el 3 a 2, y con eso ganamos y nos salvamos”, comentó.
Con 22 años de edad, Garzón dio el partido de su vida en el Nou Camp, se convirtió en ese revulsivo que Zurdo López buscaba y haciendo una mancuerna ideal con Marco Capetillo, llevó al Puebla de estar perdiendo 2 a 0 a ganar 3 a 2 para salvarse y sentenciar a los panzas verdes, tal como lo había soñado unas horas antes.
EL LEÓN CONTRA PUEBLA YA TIENE TINTES DE CLÁSICO
En ese momento La Franja se convirtió en el verdugo de los guanajuatenses diez años después de aquella final de Liga, de la campaña 1991-1992, en la que León se coronó campeón derrotando a los poblanos en el mismo Nou Camp.
Estos antecedentes además del choque de Liguilla que tuvieron en el Guard1anes 2020 donde también los esmeraldas salieron victoriosos, en conjunto con la serie que arrancaron el jueves en el estadio Cuauhtémoc y que terminarán este domingo en León, le da argumentos a Garzón Medina para pensar que este pique ya tiene tintes de clásico.
“Puebla y León se han enfrentado en diferentes escenarios en los que han dado buenos partidos, han dado buen espectáculo, entonces tiene tintes de un clásico que a lo mejor no vende como otros, pero la gente que sabemos y entendemos de futbol sí podemos verlo por ese lado de ser un partido especial porque tiene mucha historia”, dijo.
PUEBLA TIENE CON QUÉ ELIMINAR A LEÓN
Para Garzón, Puebla no sólo se convirtió en su equipo, también en su casa, pues ahora vive en la Angelópolis y está muy pendiente de la actualidad de los blanquiazules, y tras la demostración que han tenido durante todo el año desde que llegó Nicolás Larcamón al banquillo, el otrora futbolista se muestra confiado en que el equipo pueda hacer la hombrada y eliminar a León de esta fase de cuartos de final.
“El técnico (Nicolás Larcamón) ha mostrado su valía, ha hecho un gran papel a pesar de no contar con un presupuesto muy grande comparado con otros equipos, ha sabido mover las piezas, ha encontrado un sistema y un funcionamiento con lo que tiene y el equipo le ha respondido, eso es muy valioso, es algo motivante ver tan involucrada a la prensa, a los jugadores y a la afición. Viendo sus actuaciones más recientes, está la esperanza de que pueda avanzar porque ha demostrado que tiene con qué”, opinó.
EN BUSCA DE UNA OPORTUNIDAD
Rafael Garzón Medina es un personaje de futbol, si bien debido a diferentes factores su carrera como jugador no duró lo que él esperaba, ahora él sigue inmerso en este deporte y tras una participación en la filial de Tercera División de Lobos BUAP hace unos años, ahora está en búsqueda de una oportunidad de compartir sus conocimientos y ayudar a los futbolistas jóvenes para su desarrollo.
“Estamos a la orden para cualquier proyecto que pueda surgir, nos hemos estado preparando para guiar a los nuevos futbolistas, porque siento que ahora se han ido perdiendo valores, para ser buen jugador debes ser buena persona y nosotros podríamos aportar a cualquier proyecto en que se necesite, ya sea como gestor o también en la dirección técnica”, declaró el exjugador de La Franja.