Diana López Silva
Poblanos no están en contra de los bolardos, pero expresan molestia y frustración ante la falta de planeación en la colocación por parte de la administración municipal pasada y que ahora tengan que ser retirados.
Consideraron la colocación y retiro de bolardos como un hecho frustrante, complicado, que genera preocupación y enojo, pues señalan que además resulta oneroso para el gasto público.
Cabe recordar que los bolardos tuvieron un costo de instalación de más de 16 millones de pesos, por parte de la administración que encabezó Claudia Rivera Vivanco.
El presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, anunció que se retirarían los guardapeatones en algunas zonas, debido a que obstaculizan el libre tránsito, por lo que la semana pasada personal del ayuntamiento comenzó el retiro en el Centro Histórico.
IRRESPONSABLE
Para Jorge Ibarra, fue irresponsable por parte de la administración pasada hacer un proyecto para colocar bolardos sin planeación, ya que hay un doble gasto al ponerlos mal, luego invertir más para quitarlos y, en elmejor de los casos, volverlos a colocar.
Por ello, aseveró que las cosas no están para seguir erogando gastos a ciegas.
“Es una inflación lo que hacen, porque cuesta cierta cantidad y la aumentan. Por eso no es recomendable hacer proyectos a lo pendejo. A cambio, que ocupen ese dinero en algo que sí sirva a los ciudadanos, como por ejemplo tapar los baches”, mencionó.
UBICACIÓN ABSURDA
En opinión de José Martínez, hubo bolardos colocados en lugares absurdos, sin embargo reconoció que, si su colocación es bien planeada, serían útiles y salvarían vidas.
Por ello expresó molestia de que los gobiernos no tengan sensibilidad para el uso de recursos que aporta la sociedad, ya que mientras se invierte en colocar mal los bolardos, se descuidan áreas que requieren atención, como el adoquinamiento de calles del Centro Histórico que están en total descuido.
“Sí he visto unos que como para qué están ahí; se pierde su función”.
MALGASTAN EL RECURSO
Carolina Solís señaló que la instalación de bolardos debió planearse bien desde el principio, por lo que expresó que los gobiernos suelen hacer cosas de último momento, sólo para quedar bien o justificar el gasto público, y al final del día es dinero de los ciudadanos.
Puso en duda que vaya a haber alguna sanción para quienes llevaron a cabo estas obras mal planeadas, por ello señaló la importancia de que la ciudadanía se mantenga pendiente del trabajo gubernamental, ya que las administraciones no siempre hacen las cosas de buena voluntad.
“Tenían que haberlo planeado desde el principio. Las administraciones muchas veces no hacen obras con las mejores intenciones”, dijo.
PUDO HABER SIDO ÚTIL
Finalmente, Adriana Montes lamentó la falta organización y estudio en la colocación de bolardos, pues reconoció que pueden ser muy útiles para la seguridad vial; sin embargo, reprobó que el proyecto no haya sido bien diseñado.