Por: Manuel Martínez Benítez @manuelmtzb
En medio de un mundo y un país convulso y preocupante, siempre es bueno que tengamos en mente cosas que nos hagan felices, que nos distraigan o que nos hagan recobrar fuerzas y seguir adelante. Por eso comparto con ustedes unos datos acerca de lo que se festejó el jueves pasado: el Día Mundial del Taco, instaurado en 1997.
Sí, tienen ustedes razón, ya hay “día internacional” de todo, pero estaremos de acuerdo en que el taco bien vale un día mundial.
Este platillo, que muchos consideran como nacional de México, es decir, que se encuentra bien rankeado en una de las cocinas más apreciadas del planeta, es además de todo una forma de comer que nos identifica en los mexicanos.
En cualquier lugar del mundo donde vemos un taco con aspecto mexicano, nos identificamos, muchos se llenan de orgullo, muchos más de antojo y a casi todas las personas les gusta. Antes de las cifras, veamos el origen del taco.
Aunque no hay una versión oficial, la más aceptada por varios académicos, chefs e historiadores, es que la palabra viene del náhuatl “tlahco” que significa mitad o en medio, para referirse a la comida que se encuentra a la mitad de la tortilla.
Algunos otros historiadores dicen que viene de otra palabra náhuatl: “tacuali”, que tiene el mismo significado. En ambos casos queda claro que se trata de señalar lo que va en la tortilla (tlaxcalli), regularmente un guisado. Entre los hallazgos de los historiadores destacan los registros de que a Moctezuma le gustaba mucho comer con “cucharas” de tortillas recién hechas en piedras calientes junto al lugar donde consumía los alimentos.
También indican que los tacos eran comidos en toda Mesoamérica y que la primera “taquiza” como evento de comida que se tiene registro es una que hizo Hernán Cortés con sus capitanes en Coyoacán durante su estancia en Tenochtitlan, antes de conquistarla. Otro dato histórico curioso es que los tacos fueron la comida favorita de Emiliano Zapata. Y que le gustaban en especial los de un puesto llamado “Beatriz”.
Le agradaban tanto que pedía una orden para él, y otra orden de tacos para su caballo, que era su consentido.
El taco es un platillo tan conocido y gustado que ha estado en los cinco continentes, ha formado parte de los menús más tradicionales, así como de los más finos restaurantes del mundo. Incluso ha ido al espacio, primero con el astronauta mexicano Rodolfo Neri Vela y después con John Glenn, fanático de los tacos que lo incluyó en su viaje en el transportador como parte de su dieta. Si bien en Puebla creo que hay grandes tacos, y somos “expertos” taqueros, a nivel nacional según una encuesta de Consulta Mitofsky, el taco más conocido y gustado es el de carne asada. Resulta que el 98.7% de la gente lo conoce y a un 96% de la gente le gusta.
Los segundos preferidos por los mexicanos son los tacos al pastor, con 95% de gente que declara que son los que más busca y consume. Las preferencias pueden verse en el Cuadro. Ver cuadro
El tercer lugar, en cuanto el gusto nacional por tipo de tacos, lo ocupan los de carnitas, que se dice tienen su origen en Michoacán y se han popularizado en todo el país.
Los tacos de canasta ocupan la cuarta posición y los de cecina el quinto lugar.
Por cierto, podemos ver en esta encuesta nacional que los de cecina junto con los de camarón son los tacos que menos han probado los mexicanos.
Los tacos que menos gusto generan entre los mexicanos son los de cabeza, 27.4% de la gente declara que no le gustan estos tacos.
Otros que no le gustan a la mayoría son los de suadero (26.9%), los de tripa (25.4%) y los de pescado (22%). Algo que me llama la atención, y posiblemente a ustedes también, es lo que puede decirse que es una gran falta en este listado de tacos: los árabes. Para mí, son de los mejores entre la muy amplia variedad. Prácticamente no se consumen o ni siquiera se encuentran fuera de Puebla.
Es un “secreto” para muchos mexicanos, pero, ¿no te ha pasado que familiares y amigos que visitan Puebla y los prueban, se vuelven fanáticos? A mí, sí. Otro dato que nos revela la encuesta de Mitofsky es que el 82.8% de los entrevistados prefieren que sus tacos estén hechos en tortillas de maíz, mientras que el 13.6% prefiere las tortillas de harina, principalmente en el norte del país, donde hay muy buenas tortillas de este tipo y de varios tamaños y técnicas de preparación. Destacan las “sobaqueras”, que son las más grandes, elaboradas con manteca de res, y las “gorditas” que son de medidas mayores a las chaluperas poblanas.
Así que, como pueden ver, los tacos son parte de nuestra cultura gastronómica, algo básico para muchos de los mexicanos, una forma de comer que nos gusta y que en muchos casos es un modo de disfrutar más la comida, pero también de apagar el hambre.
Los tacos son y creo que serán siempre una bandera de nuestra cocina y también un gusto para todos aquellos que disfrutamos comerlos.
Aprovechando que hablamos de comida, y para terminar de antojarles, déjenme decirles que las tres principales bebidas que más le gustan al mexicano son, en primer lugar, el agua de Jamaica; en segundo lugar, el agua de horchata y el ponche en tercer lugar.
La bebida alcohólica que más gusta en el país es el rompope, seguido por el tequila, el tepache y luego el mezcal.
En cuanto a antojitos o comidas tradicionales (sin tomar en cuenta los tacos), los que más se consumen en el país son los tamales en primerísimo lugar, después los chilaquiles, el pozole, las flautas y en quinta posición las enchiladas.
Y, por último, de los postres tradicionales, el que más se consume o gusta a los mexicanos es el arroz con leche, seguido por las palanquetas, luego las obleas de cajeta y muy cerca de éstas los churros, las cocadas y los buñuelos.
Creo que ya con estos listados abrimos el apetito, o al menos el antojo, y conocimos (o confirmamos) un poco lo que pensamos u opinamos de nuestra gastronomía, y que estoy seguro de que disfrutamos y disfrutaremos como mexicanos porque una cosa es cierta: si hay un buen taco en una mesa mexicana y una buena compañía, siempre será un buen rato. Por eso les digo: ¡viva el taco!