Palabra de mujer
Rocío García Olmedo @rgolmedo [email protected] [email protected]
Una vez más fuimos testigos de un tipo de violencia en la que –como en muchos de los tipos y modalidades– la gran mayoría de personas hemos participado en muchos momentos, o bien, hemos sido o somos parte, y ésta se refiere a la burla, al chiste que se celebra por la apariencia de las mujeres.
La “broma” hecha por el presentador en la reciente entrega de premios Óscar, aprovechando la apariencia de una mujer, provocó lo que ampliamente fue comentado: la bofetada.
Se llama violencia estética, y justo se trata de esa imposición de cánones de belleza que deben tener las mujeres.
Y resulta increíble darse cuenta de que está tan naturalizada que es muy común escuchar bromas, chistes, mofas, sin darse cuenta o sin importarles que el aspecto físico que haya producido esa broma sea producto de alguna enfermedad.
El daño que se produce es irreversible, no sólo por la baja absoluta de autoestima que provoca, sino por todo lo que tan sólo eso puede tener como consecuencias.
Justo esto fue expuesto el año anterior en mayo por la postdoctora en ciencias sociales Esther Pineda, autora del libro Bellas para morir. Estereotipos de género y violencia estética contra la mujer. En una entrevista que le hizo Radio Universidad, abordó el tema de la violencia estética que dio origen al libro de su autoría, señalando: “Éste es un tema que me preocupa, porque ha sido una de las problemáticas a las que nos enfrentamos las mujeres y han sido invisibilizadas en el propio feminismo.
Estamos muy concentrados en las múltiples problemáticas que nos afectan en nuestra cotidianeidad, como la violencia sexual, la violencia física, los femicidios, pero la violencia que tiene un carácter tanto psicológico como físico y desde ahí que apunto a visibilizarlo”.
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Creo con toda razón que la violencia estética aún no ha sido totalmente visibilizada. Es una problemática que afecta a mujeres y niñas desde los primeros años de vida; incluso, en datos de la UNESCO, se señala que la apariencia física es la principal causa de acoso escolar (2019).
Las mujeres crecimos con una idea de la belleza que nos ha sido impuesta.
Las medidas de cuerpo que debemos tener, el color de piel o de cabello, los cuerpos “perfectos” o los estereotipos de belleza que “debemos” cubrir y que, por supuesto, serán los aceptables.
En sentido contrario, aquellas que no cumplen estos estereotipos no son aceptables, son cuestionadas, son “feas” y son usadas para hacer mofas, bromas y chistes que humillan y, sin darnos cuenta, ocasionan graves daños: acoso escolar, humillaciones, trastornos de la salud mental o trastornos de alimentación. Y las mujeres han padecido esta violencia en silencio.
Sin duda, todo lo que representa la violencia estética fue reflejado con claridad en la ceremonia de la entrega de los premios Óscar, visibilizando sus características: la broma, la burla, la mofa, aprovechando la apariencia física de una mujer, provocada incluso –en este caso– por una enfermedad. Burla transmitida “en vivo y a todo color”, vista por millones de personas que la celebraron, que causó risas, y que como consecuencia tuvo una respuesta: más violencia –la bofetada–.
Poner un alto a toda la violencia es un objetivo del que todos, todas, somos parte.
Cero tolerancia a los chistes sexistas, racistas, misóginos, que incluso provocan bullying.
La violencia no es natural, es socialmente construida. Empecemos por dejar de reírnos de una persona por su aspecto físico.